En estos tiempos de ritmos acelerados y de hechos que se suceden uno tras otro, es importante detenerse para encontrar algo de sosiego y estabilidad. Si a los adultos esto se nos hace complicado, pensemos en los niños, cuyos sentimientos están en plena búsqueda de equilibrios y fortalezas. ¿Cómo explicarles algo que a nosotros mismos nos es difícil alcanzar? Una posibilidad es el arte, el arte del Mindfulnes. Pero, claro, adaptado a su fase de crecimiento. Y para eso, nada mejor que un cuento, un cuento con animales y con maravillosas ilustraciones que lo dicen todo. Así es “Bernardo medita”, una historia donde el día de Bernardo se inicia…digamos…mal…airado, ¡encima llueve! y, seguramente seguiría así si no fuera porque se encuentra con su amigo el armadillo que lo ayuda a pensar de otra manera, a ver otras cosas, a sumergirse en detalles que…que…están ahí nomás. Un libro para niños desde la más tierna infancia hasta la más avanzada de las vejeces…porque todos necesitamos aprender a detenernos, a poner atención en el presente, a tener en cuenta nuestro alrededor, a observar los sentimientos y las emociones… |