De nuevo, el amor

“De nuevo, el amor” narra la vida de Sarah Durham, una dramaturga que trabaja en un libreto para teatro sobre la autobiografía de Julie Vairon, una mestiza de la Martinica que se suicidó tras dos fracasos amorosos, en un pueblo de Provenza a finales del siglo XIX.
Sarah es una mujer de mediana edad, intelectual, viuda, con hijos mayores y que vive sola y volcada en el trabajo entre recuerdos, su música y su escritura. La vida y el trabajo-teatro se desmenuzan con intensidad, y la soledad está presente en la vida de Sarah. Durante sus páginas, sus pensamientos, entre la ensoñación y nostalgia, se mezclan con el presente de la acción.
La “protagonista” -y la entrecomillo porque para mí Julie Vairon es realmente el personaje a propósito del que gira toda la novela- se enamora primero del joven actor protagonista Bill, de veintiocho años, y más tarde del director de la obra, Henry, de treinta y cinco. Sarah siente resurgir un sentimiento que creía enterrado hace más de veinte años y más propio de los jóvenes: el amor. El deseo, la ilusión y la esperanza regresan a su vida y todo se reduce al deseo de volver a ser amada y correspondida.

Aunque tengo que reconocer que he devorado este libro en pocos días, ha sido más por el hecho de descubrir si el silencio y la espera de Sarah a que alguien tomara la iniciativa tendría un lugar feliz. Y aunque no es un libro de los que marcan, me voy a quedar con el ejercicio de la autora para hacer de esta novela un alegato sobre la capacidad de las mujeres de ‘cierta edad'-como ella misma menciona en más de una ocasión- de amar y la necesidad de ser amadas, de disfrutar del sexo y del juego del erotismo.
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