La sustancia del mal

Salinger es un guionista. Junto con su m ujier y su hija deciden mudarse al Tirol italiano, al pequeño pueblo natal de su mujer, en el que todavía vive su suegro.
Allí conocerá por casualidad de unos terribles asesinatos que sucedieron en 1985 y que todavía siguen sin resolver.
A pesar de que todo el mundo le aconseja que no investigue nada, a su mente le resulta imposible salir del tema. Y aunque le ha prometido a su mujer que no urgará en la herida, poco a poco y a espaldas de ella y de su suegro intentará ir investigando y recomponiendo todas las piezas que tiene.
Por causa de esa investigación y su trabajo de producción anterior, se enemistará con el pueblo, tendrá pequeños accidentes y pondrá su vida en peligro. Dejará de lado a su mujer y faltará a su promesa a su hija.
El miedo, los demonios del interior, la necesidad de saber, de poder demostrar que todavía sigue siendo él y descubrir la verdad de todo ese misterioso asunto llevan a Salinger a no pensar en su propio cuerpo y solo terminar la investigación, haciendo lo que sea necesario y llevándose por delante a quien sea. Aunque luego se asuste de si mismo y se arrepienta.
La dualidad del personaje, la lucha interna, los embustes y la complejidad de ese momento de su vida junto con los diferentes aspectos que muestra una persona en su día a día es con lo que nos sorprende el autor.
En como un hombre obsesionado, una montaña milenaria que tiene vida propia y los lugareños de una población apartada de montaña se juntan en este thriller que sorprende hasta el último momento.

La novela comienza de una manera un poco extraña, cuando crees que la novela irá por un lado, de pronto sucede algo que hace que todo cambie. Ese giro es increíble y no te lo esperas para nada.
Después comienza toda la investigación, el intentar ser un lugareño cuando no lo es, el concepto de piña de un pueblo pequeño frente a un extraño, el acuerdo de lo que sucede en el pueblo se queda en el pueblo y pequeñas actitudes que los de fuera no comprenden.
Además, de esa parte más social, tenemos la parte más sentimental con la relación de Salinger con su familia Annelise y Clara, con Werner y Mike.
También podemos ver su profesionalidad en la forma obsesiva con la que investiga el asesinato violento de Kurt, Evi y Markus.
Es una novela que nos mantiene en tensión desde prácticamente el principio y además de contarnos la vida de Salinger nos relata la atroz historia de tres jóvenes asesinados violentamente en las montañas en circunstancias muy especificas, que te mantiene enganchado hasta el último momento. La investigación genera un aura de tensión palpable constante, puede suceder cualquier cosa y cualquiera puede ser culpable, pues da la sensación de que todos esconden algo.

Para mí, los mejores momentos son en los que Salinger interactúa con su hija Clara. Por el contraste de como ven lo mismo desde distintos puntos de vista y la relación tan bonita que tienen con los juegos de letras.

‘La sustancia del mar' me acompañó unos días antes de dormir. Para ese momento busco historias entretenidas y fáciles de leer, que no exigen el 100% de mi atención lectora, porque, lo dicho, el objetivo es dormirme relativamente pronto. Así, a menudo exploto mi pasión por la novela negra y los thrillers por la noche, porque cumplen muy bien esas condiciones. Como tal, y para ese propósito, esta novela me ha gustado mucho.
 
Jeremiah Salinger es un creador de realities estadounidense que acaba mudándose por amor a una pequeña localidad en los Dolomitas (Alpes italianos). Allí, sufrirá un terrible accidente y conocerá el poder y el mal que esconde la montaña. Además, descubrirá que décadas atrás se produjo en la zona un brutal y sangriento crimen múltiple que nunca se pudo resolver. Gran parte del pueblo, incluido su suegro, permanece aún tocados por ese suceso que obsesionará a Salinger.
 
Una novela negra que se sale de lo típico al no estar enfocada desde el punto de vista de una investigación policial y donde la montaña y todo su folklore se convierten en un personaje más. La historia está contada sin prisas, de hecho, es bastante larga, yo al leerla en digital no me di cuenta del “tochal” que tenía entre manos hasta ver que leía y leía y no se acababa. Cosa que no me importó porque estuve muy enchufada a la historia desde el principio. Pero, en cualquier caso, no es un libro para leer con prisa, no está lleno de tensión constante (y menos mal, porque con lo larga que es, te juegas el infarto) pero sí que tiene picos, como las montañas, de thriller y nervios a flor de piel, y valles, donde la historia pasea y coge fuerzas.
 
Quiero decir, si no entras de lleno en la historia, puede ser que sienta que partes interminables, pero tengo que decir que yo la disfruté de pe a pa. Esa tranquilidad hace que la atmosfera del pueblo y la montaña brille, la historia cobre profundidad y los personajes y sus actos sentidos, y por supuesto, la investigación en sí. Con un crimen truculento y sangriento, que siempre me gusta y una resolución sin cabos sueltos.
 
Una novela súper entretenida, llena de toques originales y bien escrita. Muchos nos tiramos a por novelas así en verano, ¡si os animáis con esta ya me contaréis!

¿Sabéis ese momento en el que un libro que comenzasteis con cero expectativas os acaba sorprendiendo gratamente? Pues eso es lo que me ha pasado con este libro. Lo empecé porque me llamaba la sinopsis y buscaba algo ligero y entretenido, pero no esperaba mucho. Y la verdad es que me ha sorprendido para bien en muchos aspectos.

A pesar de sus casi 500 páginas, se lee muy rápido. Aparte de tener una letra asequible y la presencia de muchos diálogos que agilizan la lectura, la trama es bastante adictiva. Si bien la primera mitad de la novela se hace algo lenta y parece que la historia no avanza mucho, es a partir de la segunda mitad cuando la trama pisa el acelerador y comienzan a esclarecerse las cosas, con unos giros bastante sorprendentes. Si bien algunas cosas del final no me convencieron del todo, no ensombrecen a la novela en su conjunto. Puede que algunos hechos no me convenza como transcurren, pero todo queda bien atado.

Los personajes me han gustado mucho, desde el protagonista y sus problemas personales que se desarrollan durante la novela hasta los personajes secundarios y sus vidas rurales en ese pequeño pueblo en la región de los Dolomitas.

Hablando de los Dolomitas, lo que sin duda destaco por encima de todo es la capacidad del autor para describir los escenarios y paisajes donde transcurre la acción. Es capaz de describirlos de tal manera que imaginar esas regiones es muy sencillo y así consigue cautivar al lector y envolverlo en esa atmósfera rural que se respira durante toda la novela.

Me ha parecido un libro que cumple con lo que pretende: entretener y mantener al lector pegado a sus páginas hasta el final. El autor ha sido un gran descubrimiento, y ya le tengo echado el ojo a sus otras dos obras publicadas en español y que espero leer pronto.

El narrador, un documentalista estadounidense llamado Jeremiah Salinger, se muda con su familia desde Nueva York a Siebenhoch, un pueblo que se encuentra cerca de la zona de los Alpes. Salinger tiene un terrible accidente por el que sufre trastorno por estrés postraumático. Mientras se recupera, se entera en 1985 tres jóvenes son brutalmente asesinados en el Bletterbach, un enorme cañón tirolés cuyos fósiles cuentan la historia del mundo. Es entonces cuando Salinger se obsesiona con este caso no resulto y se propone identificar al artífice de esta masacre, lo cual no le va a resultar nada fácil. Nadie a su alrededor desea remover el pasado, como si aquel sangriento acontecimiento llevara consigo una maldición, y todos parecen esconder secretos inconfesables.

Al principio no me estaba terminando de convencer, pero después de 60 páginas, el libro arranca y hace que no quieras dejar de leer. Es una de estas novelas en las que sospechas hasta del apuntador. La verdad es que lo empecé sin tener muchas expectativas y la verdad es que me ha resultado un libro bastante entretenido.
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La sustancia del mal es un libro de suspenso lento que va construyendo a tu alrededor un ambiente hermoso, peligros y a la vez asfixiante donde las montañas, el hielo y la bestia como lo llama el protagonista se va metiendo en ti hasta el punto de sentirte cercano e interesado en el desarrollo de la historia.
Salinger es un buen personaje que resalta la humanidad esa parte curiosa, obstinada e imprudente que a veces conduce nuestras vidas, cuando escucha sobre el asesinato de los tres jóvenes en el Bletterbach, no puede evitar involucrarse. Es muy interesante la dinámica del protagonista que tiene sus propios demonios con los que luchar, una familia que no quiere perder pero a la vez una obsesiono r descubrir la verdad.
La historia es verdad es un poco lenta, pero para mí lo mejor es que nunca te da personas de las que sospechar o descartar todo el tiempo te hace dudar de todo, el final es bastante sorprendente y me dejo una sensación de una buena conclusión para la historia.

“Y, por encima de todo: la voz del Ortles. El crujido del hielo. El susurro de la masa del Ortles sibilante que seguía moviéndose como llevaba haciendo doscientos mil años. La voz de la Bestia.” ~ La sustancia del mal de Luca D'Andrea.

Jeremiah Salinger es documentalista, está casado con Annalise y tiene una hija pequeña, Clara. Con su socio Mike decide rodar un documental sobre las montañas alpinas del pueblo de su mujer en el que se acaba de asentar en honor al equipo de rescate. Sin embargo, el día del rodaje la cosa se complica.

Salinger, obsesionado con la montaña, descubre que hace años se produjo un hecho del que nadie quiere hablar. Un grupo de tres jóvenes -Markus, Evi y Kurt- aparecieron brutalmente asesinados en la montaña; un asesinato sin resolver y sobre el que también sobrevuela una leyenda urbana: la presencia de una fuerza maligna en la montaña, la Bestia. Salinger decide investigar y comienza a descubrir las cosas de las que le gustaría mientras en el pueblo va creciendo una actitud hostil hacia él.

Genial. Me ha encantado hasta tal punto que lo he devorado en dos días aunque la trama no es nada del otro mundo. Puede parecer que tiene un comienzo lento pero la verdad es que discurre sin prisa pero sin pausa y va en aumento. No es un libro de pasar miedo ni estar en tensión pero me ha mantenido enganchada. He agradecido el paisaje de montaña, escenario del libro, y más en este momento que vivimos.

Me gusta como el autor ha enlazado los capítulos y como está narrado, todo en primera persona en la voz de Jeremiah. También me han gustado los personajes: desde el propio Jemeriah y todos y cada uno de los habitantes del pueblo hasta la pequeña Clara.

La verdad es que lo descargué por casualidad en eBiblio y me ha resultado una grata sorpresa. Creo que el autor no tiene ninguno más traducido al castellano así que a esperar a ver qué tal.

No conocía nada sobre el escritor, el motivo de leer el libro fue por una lectura conjunta con unas amigas.
La historia es buena y está bien narrada, las descripciones de lugares y personajes por el escritor hacen que te puedas meter en el relato y es fácil imaginar la situación de lo que lees. Lo se agradece mucho o al menos yo es que a la hora de describir las cosas no se dispersen demasiado, y este libro lo tiene te mete en la historia pero sin resultar cansino.
Tiene momentos en los que el protagonista vive situaciones que te ponen los pelos de punta y otros en los que te quedas mirando lo que has leído sorprendido y te planteas que pasara y si lo que has leído es cierto... o lo sera...
La verdad que la historia es buena y me ha gustado lo recomiendo, aunque para mi gusto al final riza el rizo un poco.
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Desde que salió tenía ganas de leerle ya que me había llamado la atención pero no me anima a ello. Hasta ahora, gracias a una recomendación en Babelio y además le escogí como Lectura Conjunta que hago con unas amiguísimas ;)
No hay duda de que el libro empieza con buena pinta. Narrado en primera persona, con unos puntos muy ingeniosos del protagonista y de la hija (4letras), es algo que me ha llamado la atención y me ha gustado mucho.
Si bien al principio empieza un poco lento, ya que nos medio descubre que algo ha pasado, una masacre, que no sabemos muy bien cómo encaja en la historia y que va a tener relación con nuestro ocurrente protagonista. Creo que ese misterio es lo que te impulsa a leer y a no dejar el libro a medias. Esa obsesión, que de buenas a primeras le entra, cuando no tiene nada directo que ver con el, es contagiosa, ya que es la misma obsesión que tu sientes y notas cuando vas leyendo el libro.
Una masacre pasada hace 30 años en un pueblo perdido, en medio de la montaña. En torno a ello se desarrolla todo el libro y todo lo que Jeremiah provoca: revolver el pasado, que todo el mundo se empeña en evitar, ponerse en peligro, a la hija... Quizá esta parte es la que más me ha chocado, el extremo al que llega el protagonista para no ver nada más que su obsesión.
Hacia mitad del libro no es cuando se empieza a perfilar todo, aunque sea así, animo a leerle y a darle una oportunidad. Está muy bien escrito y eso es algo que me ha encantado, el toque personal del autor, las descripciones y que consigue que sientas ese miedo, ese frío, de estar en medio de la montaña, en una gruta metido sin saber cómo salir. Te lo consigues imaginar completamente.

Este libro ha sido una lectura conjunta, no sabía nada de él, ni siquiera había leído el argumento así que iba completamente a ciegas.
El protagonista de esta novela es Jeremiah Salinger, un productor de documentales que junto a su socio y amigo Mike tuvo mucho éxito en su día, pero ahora están en sus horas menos buenas. Jeremiah se aleja de este mundillo y se traslada con su mujer y su hija a un pueblecito alpino que es donde nació su mujer. Allí le ocurre algo que le tiene traumatizado por meses hasta que descubre algo que despìerta la chispa de nuevo al productor. Se entera de una historia de hace treinta años donde hubo una masacre allí mismo en el pueblo donde está. Básicamente esto es solo lo que puede contarse sin entrar en spoilers.
He tenido sentimientos encontrados con este libro, me ha gustado mucho cómo escribe el autor, te adentra de lleno en el paisaje, sientes el frío de la nieve , te sientes uno más del pueblo con todas sus supersticiones y mitos.
Los personajes están muy bien elaborados, sobre todo el del protagonista , su obsesión, incluso su locura.
La parte negativa es que la historia cuesta arrancar, a casi la mitad del libro aún no está perfilada. Tampoco me ha convencido la obsesión de Jeremiah por descubrir algo pasado hace ya treinta años (cosa que en principio nada tenía que ver con él) .
Y aunque la historia va dando varias vueltas y con muchos personajes, algunos de los cuales a veces me costaba recordar quienes eran, al final queda todo bien hilado y se comprende todo bien. El final, aunque un poco peliculero ha estado bien... En resumen una historia entretenida

La ambientación de esta novela es una pasada. Luca D'Andrea consigue que, una vez nos sumergimos en la historia, los paisajes vayan sucediéndose con la misma claridad que en las tomas de los documentales de National Geographic. ¿Documentales? Claro. El protagonista, Salinger, es un guionista de documentales que decide irse a pasar una temporada al pueblo alpino del que procede su esposa: Siebenhoch. Nieve, montañas, tejados cubiertos de blanco, trineos, guantes de lana y un buen café junto a la chimenea. Si se acercan este libro a la nariz verán que huele a madera, tabaco y leña. El autor sabe jugar perfectamente con los cambios de temperatura durante toda la narración, haciendo que verdaderamente se experimenten las bajas temperaturas de la montaña y el calor reconfortante del hogar. de la familia.
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