La oración del sepulturero

“La oración del sepulturero” es la nueva obra de Darío Vilas Couselo, publicada en la editorial “Mentiras necesarias”.

Estamos ante una continuación de su otra novela "El hombre que nunca sacrificaba las gallinas viejas, se puede leer de forma individual. Nos sitúa en tiempo real y en los años 1970 y 1991 para que sepamos qué ocurrió antes con su protagonista Marquitos Laguna, un asesino capaz de matar, torturar y amar al mismo tiempo. Tenemos una novela rica en referencias sobre el cine, música y la literatura. Una cadencia delirante casi salvaje nos adentrará hacia ese lugar del que queremos escapar a toda costa.

Leer a Darío siempre es un deleite. Estáis ante un autor que cuida su trabajo, lo mima para no caer en repeticiones. Ya en las primeras páginas notas esa seriedad de los escritores que quieren dejar sus palabras bien narradas.

La isla Simetría, donde ocurrirá toda la trama, es ficticia. No es una isla típica. al igual que los residentes, se niega a cambiar con los nuevos tiempos. Sus calles, un sol que calienta demasiado o una oscuridad que siempre parece esconder algo. Da la sensación que nadie puede escapar allí de sí mismo, se parece demasiado a la sociedad en la que vivimos y eso nos hace reflexionar. El autor incorpora nuestro mundo real en la isla de Simetría con gran efecto, tanto que al terminar te preguntas si es verdad que ese lugar no existe.

A veces aterradora, a veces oscuramente divertida, la historia viaja a un ritmo frenético. Caminaremos veinticuatro horas junto a un Marquitos Laguna más viejo y una militar rusa que lo necesita para llegar a otro personaje clave de la historia, él único capaz de detener con su don una guerra cuyo fin seria controlar la isla. Aquí sorprende la protagonista femenina, le dio más fuerza, más poder, más voz que a ninguna otra creada por este autor.

Contada en primera persona por el propio protagonista y otra parte por un narrador. Entre novela negra y terror, habrá disparos, degollamientos, espíritus que no encuentran descanso. Con un toque divertido Dario Vilas evoca sentimientos. Aprovecha los miedos comunes del mundo real para atar al lector en el suyo. Escribe lo que sospecha que nos acecha a la vuelta de la esquina uniéndolo con el mundo sobrenatural. Una misteriosa mujer, un dolor insoportable avivando la locura mientras busca en su memoria. Aunque no todo lo que recuerda fue tal y como ocurrió. Eso nos llevará a giros completamente inesperados claves para su final.

Simetría en su día ya juzgó y condenó a Marquitos, pero es una isla que en el fondo cuida de los suyos. Ahora nos tocará juzgar a nosotros. Algunos tendréis clara vuestra sentencia leyendo el horror en la consumación del libro, otros entenderéis que no había otra opción, otros… no sé es un final tan extraño. De todas formas, dejad una oración, siempre es mejor que nada.

Lo recomiendo. Todavía hay libros por los que merece la pena pagar por ellos.