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La llave fue una lectura que me produjo sentimientos encontrados... Ya comenté que las portadas son horribles (salta a la vista) y se nota que no se preocuparon por ellas ni tampoco se esforzaron por hacer a los personajes algo más agraciados. En este tercer libro vemos los puntos de vista de Rochelle y Matt. A lo largo de la trilogía cada personaje se forja su personalidad, que lo diferencia del resto. Tienen su forma de pensar y actuar, en definitiva, tienen alma y voz propia. A Rochelle la pintan de heroína, una chica valiente que logra enmendar sus errores y volver al camino del bien y bla bla bla... En realidad Rochelle va a su aire, tan pronto es buena como es mala según sople el viento. ¿Qué al final recapacita y lucha en el bando de los buenos? Pues bien por ella, pero no por eso hay que perdonarle todo. La lectura es un continuo descubrimiento, aquí se destapan todos los misterios y las tramas secundarios quedan bien cerradas. Sabemos quién es hijo de quién, quién ama a quién, quién traicionó a quién y por qué... y un largo etcétera. Este libro engloba todas las escenas de acción y tensión que les faltaban a los dos primeros. Sin embargo, siento que el final de este libro no es el adecuado. SPOILER FIN Tampoco se cierra del todo, da la sensación de que la autora dejó el desenlace un poco abierto... En definitiva, es un libro entretenido, lleno de acción y amor a raudales. No es el mejor final para la trilogía, pero te hace disfrutar. Saludos ;) |
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Crítica de Nuemiel
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