Luis Alberto de Cuenca es uno de los más importantes exponentes de la poesía contemporánea española. A su carrera académica, sus labores como traductor de figuras como Catulo y sus colaboraciones culturales en medios de comunicación debemos sumarle ahora una faceta por muchos desconocida, la de letrista. Y es que, si por algo se caracteriza Luis Alberto de Cuenca, es por acerarse al ejercicio literario libre de prejuicios, como hombre de su época, que no solo bebe de la mística fuente de inspiración poética, sino que –fundamentalmente- se baña en las aguas de la cotidianeidad y la cultura posmoderna. La relación entre poesía y música ha sido explorada en diversidad de ocasiones. Este pequeño volumen recopilatorio, de la mano de la editorial Reino de Cordelia, tiene mucho que decir al respecto. Gracias al trabajo crítico de Carlos Iglesias Díez, el lector podrá entender mucho mejor los entresijos de esta simbiosis artística. Luis Alberto de Cuenca ha colaborado ampliamente con Javier Gurruchaga y su Orquesta Mondragón, de tal modo que sus letras son buena parte del sello satírico e histriónico que caracteriza a la banda. Sin embargo, menos conocida es la relación entre la obra de Cuenca y Loquillo. En este volumen encontramos recogida la única canción escrita para el rockero: Balmoral 2. Sin embargo, los versos del poeta han inspirado a Loquillo en otras ocasiones, creándose una unión poético-musical que parte de la propia experiencia del intérprete como lector. Este volumen, exquisitamente maquetado y diseñado, invita al lector a leer cerca del reproductor musical, para de las canciones en todas sus dimensiones. Cuenca, Gurruchaga, Loquillo y, por su puesto, el editor Carlos Iglesias, nos invitan a viajar con ellos, para gozar de la literatura en todas sus dimensiones. + Leer más |
La obra de Jorge Edwards (Santiago de Chile, 1931 - Madrid, 2023) destaca por su independencia intelectual y originalidad creativa. Su coraje político quedó plasmado en la crónica «Persona non grata». En novelas semibiográficas como «El inútil de la familia» o en ensayos novelados como «La muerte de Montaigne», mezcló los géneros con total libertad e indiscutible talento. Su estilo literario, escéptico y elegante, rehúye las afirmaciones enfáticas para subrayar, en cambio, la inseguridad y la imprecisión. El Premio Cervantes, que le fue otorgado en 1999, reconoció su singularidad en las letras de nuestra lengua.
Casa de América, el Instituto Cervantes y la Embajada de Chile en España reunieron a ocho escritores e intelectuales españoles e hispanoamericanos que conversaron para recordar justamente a ese maestro de la conversación y la memoria que fue Jorge Edwards.
Bienvenida:
Enrique Ojeda, director general de Casa de América.
Javier Velasco, embajador de Chile en España.
Raquel Caleya, directora de cultura del Instituto Cervantes.
Mesa I:
Carlos Franz, escritor. (Actuó también como moderador de la mesa).
Esther Bendahan, escritora.
Ricardo Cayuela, escritor y editor.
Juan Cruz, periodista y escritor.
Proyección de un vídeo conmemorativo con las intervenciones de Luis García Montero, poeta y director del Instituto Cervantes, y los escritores Sergio Ramírez, Mario Vargas Llosa y Jorge Edwards.
Mesa II:
Jorge Eduardo Benavides, escritor. (Actuó también como moderador de la mesa).
J.J. Armas Marcelo, escritor y periodista.
Luis Alberto de Cuenca, poeta y crítico.
Ernesto Pérez Zúñiga, escritor y subdirector de Cultura del Instituto Cervantes.
Imágenes cedidas por Casa de América.
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