Piluca y el síndrome de Willy Fog

Mi primer contacto con la autora, y me ha convencido para animarme con alguno de sus libros, y, sobre todo, con la historia de la que sale esta.
No soy de leer relatos, siempre se me quedan cortos, y este no ha sido una excepción. Pero si su función es entretenernos durante un rato con una historia que bien podría estar pasando en cualquier terraza de nuestras respectivas ciudades, lo cumple perfectamente.
Por su corta extensión no nos da tiempo a conocer demasiado a los protagonistas, ni a que tengamos grandes detalles de su historia de amor, y no sé si en la novela de Antes beso a un Hobbit ellos salen o se les conoce más de lo que los conocemos aquí, pero me habría gustado saber más. Lo cual no es malo, porque si algo no te gusta directamente no te interesa descubrir nada más de la historia, y no es el caso de este.
Así que si os apetece una historia corta de amor, de dejar a un lado los prejuicios, de dejarse llevar a pesar de las cincunstancias, y de arriesgarse, y todo ambientado en lo que estamos viviendo, este es vuestro relato.