Soñé en La Habana

Nuestra protagonista es Alicia una mujer de carácter, divorciada y con un buen trabajo. Decide irse a hacer un viaje largamente soñado a Cuba, con su hija Clara y hace las visitas llenas de tópicos a los sitios y en las condiciones que van los turistas allí.
En el malecón, paseando una noche, se va a encontrar con Yodiel, un negro bien plantado que malvive en la ciudad. Comenzarán a hablar y se va a enamorar de él. Un amor recíproco, apasionado, que le dará un vuelco a su vida. Él es menor que ella, pero a poco que comienza a indagar se da cuenta de que en realidad es aún menor de lo que ella creía, porque el muchacho es algo esquivo a la hora de contestar claramente a las preguntas. No importa, ella se va a lanzar de cabeza a una relación que ha despertado en ella a la mujer pasional que tenía olvidada. No es difícil, Yodiel es un chico que apenas tiene cultura, pero la va a tratar como una princesa, quizá como nunca nadie la ha tratado.
Intentará por todos los medios regresar a Cuba, volver a sus brazos, manteniendo una intensa relación epistolar a través de correos electrónicos, algo nada fácil tratándose de Cuba.

En su siguiente viaje, Alicia irá a la Cuba profunda, a esa que está lejos de los circuitos turísticos; la llevará de la mano Yodiel, le presentará a su familia y amigos y nosotros nos sumergiremos con ella en esos lugares poco conocidos, donde la miseria es más visible, donde las condiciones de vida nada tienen que ver con lo que se suele mostrar. Lo ayudará a él y a su gente, pero cuando vuelva a Madrid de nuevo tendrá ganas de saber más sobre la persona de la que se ha enamorado, sobre el país y su cultura, se empapará de todo y averiguará cosas que la harán mirar las cosas con otra perspectiva. Se convertirá en una detective que sacará una habilidad especial en intentar descubrir lo que se esconde tras las omisiones o los silencios de su amado, para conseguir actuar en consecuencia.

La novela te dura un suspiro, porque está narrado en primera persona, lo que le aporta una enorme agilidad y frescura, vamos a ir descubriendo las cosas a la par que la protagonista, y habrá veces que la entenderemos y otras en las que nos darán ganas de darle un zaleón, a ver si espabila de una vez, porque no te entra en la cabeza que se esté dejando engatusar de la forma en que lo hace y esté entrando en una espiral de la que no sabemos cómo saldrá. A la vez iremos aprendiendo mucho sobre la cultura cubana, sobre escritores, sobre documentales, sobre lo que piensan muchos cubanos acerca de sí mismos y de sus compatriotas.

La ambientación es fantástica y doy fe de que traslada de una forma minuciosa a los lugares que visita, sin resultar pesada ni perderse en divagaciones entre la información de la que dispone.

En definitiva, es una gran novela de amor, desamor, viajes, mentiras y verdades que te hará desplazarte a un país especial de una forma exquisita. Déjate llevar por la música, el acento cubano y el rumor de las olas en el malecón, seguro que no te arrepientes. Muy recomendable.
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