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Me sorprendió en el primer libro sobre este detective, y aquí vuelve a hacerlo, la facilidad para la violencia con la que está narrada la historia. Me parece algo denso en su forma de estar escrito, pero eso no quita que consiguiera ponerme más de una vez en tensión, o que me llevase alguna sorpresa con algún que otro giro. Además, también me ha parecido curioso que desde el primero a este solo haya algunos meses de diferencia en la historia, así que recomiendo no leerlo en desorden. Seguiré leyendo las historias de este detective, por qué por ahora no siento que me decepcione. También es verdad que la soledad de los personajes a veces parece traspasar las páginas y puedes llegar incluso a imaginar que la palpas con los dedos.
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