La novela comienza de una manera extraña (algo en lo que me fijé y que realmente no es importante pero que me causó algo de sorpresa, es que la novela no está ordenada por capítulos), dejándolo todo por el aire, sin resolver nada. Cuando vas leyendo y avanzando, te das cuenta de que los problemas y los hechos, antes irresolutos, se van esclareciendo de manera natural, con una prosa sencilla pero efectiva. En el resto de la trama, se ven implicadas varias subtramas que aportan dinamismo a la lectura; además de algunos hechos, que opuestos a la resolución de los problemas iniciales, noto algo precipitados, aunque no afecten a la novela. El protagonista, Harry Bosch, me causa cierto interés. Su temeridad y sus infracciones ante la ley, siendo policía, incrementan aún más mi interés. Sabe que puede perder el trabajo de detective, lo único que le parece que hace bien en su vida, arriesgándose tratando de resolver el asesinato de su madre ilegalmente. Esto me plantea una serie de cuestiones: ¿Cuánto estás dispuesto a perder por aquello que anhelas? ¿Aquello que anhelas es tan importante como para perder todo a lo que estás dispuesto? Los demás personajes no me parecen destacables, simplemente realizan su función correctamente como personajes secundarios en una novela policíaca. El final es, básicamente, un giro inesperado. Los acontecimientos dan una giro de 180 grados y las cosas cambian completamente, cuando en el final se sacan a la luz las conclusiones. El concepto del final es brillante, pero me choca que la manera de llegar a él no sea accesible al lector, por impedimentos del autor, algo raros. + Leer más |