Lívidos

Tras una temporada en la que apenas he tenido tiempo para leer, he podido adentrarme en la lectura de un género al que cada vez he ido cogiendo más el gusto, pero del que cuesta encontrar libros que realmente cumplan su función: causar terror.

Con Lívidos sentí que por fin había encontrado una lectura de terror que me engancharía y pondría los pelos de punta, pero poco a poco esa ilusión fue decayendo, debido a los diferentes fallos que encontré en ella.

Como ya he mencionado, la historia empezaba bien. Era algo lenta, pero los autores nos ponen en situación y pronto aparece el primer momento de tensión de la obra. Pero, una vez ha sucedido, la historia se vuelve lenta y no he vuelto a sentir un gran interés hasta prácticamente el final de la obra, donde parecía volver a ponerse interesante.

Parece que la novela se ha escrito a picos, ya que hay momentos de gran interés, pero otros resultan realmente aburridos, pudiendo ser omitidos varios de ellos y la historia resultaría más amena y seguiría teniendo sentido.

Y dentro de lo que se podría denominar capítulos de relleno nos encontramos algún capítulo de Dolores y los primeros de Sandra. Son capítulos que carecen de sentido hasta que se explican más tarde y, en mi opinión, se podrían haber llevado a cabo de manera más sencilla e interesante. Han intentado complicar tanto la trama que resulta a veces incomprensible o grotesca.

La cantidad de alusiones al sexo me resulta incómoda e innecesaria. Da la sensación de que los autores han querido acercarse a un público adulto, pero no me parece la forma más adecuada: se trata de una novela de terror, no erótica. Y que haya capítulos cuya trama principal sea la masturbación de un personaje, carece de sentido y no aporta nada a la historia.

La enfermedad del protagonista, la esquizofrenia, no parece estar muy bien documentada por los autores, sino basada en los estereotipos que se han visto en infinidad de películas o libros, y a la que ellos han querido dar su toque personal. Además, se alude a ella como algo despectivo y no para derribar estereotipos.

Por otra parte, la figura de Consuelo (exmujer de Lorenzo, uno de los protagonistas de esta historia) resulta del todo inapropiada: ¿Una psiquiatra que se casa con su paciente y sigue tratándole? No tiene sentido.

Dentro de las referencias al universo friki, también encontramos algún pequeño fallo. No habría estado de más que se asegurasen de los nombres o gustos de ciertos personajes de ficción.

Además, la obra necesita una revisión ya que en su interior vamos a encontrar demasiadas erratas, en una edición que se ve bastante descuidada y resulta molesta a la hora de leerla.

En cuanto al final de la novela, me ha parecido algo precipitado y no ha terminado de convencerme. No me parece un broche final logrado, y ese último mensaje que quieren transmitir no concuerda con la forma en que se ha elaborado toda la historia.

Con esta obra he sentido gran decepción, ya que esperaba mucho y me he quedado con ganas de más. Me ha costado acabarla y no me he sentido atrapada en más de media novela. No han sabido mantener ese interés generado en los primeros capítulos y me apena.