Antonia

Antonia nace en 1930 en una mísera barriada de Madrid, con una madre que a duras penas consigue sacar adelante a la familia con un puesto de verduras en el mercado, y un padre maltratador y borracho que se funde en la taberna por la tarde lo que costosamente consigue su mujer por la mañana.
Partiendo de esta base, el libro va desgranando la historia familiar que abarca el periodo de guerra civil y posguerra fundamentalmente. Relata las duras condiciones en que tuvieron que sobrevivir una gran parte de la sociedad española de aquella época, recurriendo en muchas ocasiones a la picardia y astucia para paliar la escasez de recursos y oportunidades.

El libro está narrado con una prosa sencilla y familiar, recreando vivencias y anécdotas que su madre relata a la autora (la mayor parte del libro está inspirado en su familia).

Es de lectura amena y fácil, que puede ser una virtud aunque a mí personalmente me ha parecido demasiado sencillo, una lectura que entretiene pero no trasciende hasta llegar a dejar un regustillo especial al terminar el libro.

Es la primera novela de Nieves Concostrina, periodista y escritora popular por sus espacios en prensa y radio, además de una serie de obras dedicadas a revisar apartados y anécdotas de la Historia dotándolas de su particular visión cargada de ironía y sarcasmo.

Una novela que me ha sorprendido para bien, para muy bien, una historia de Guerra y de posguerra.
Con esta novela vamos a recorrer la historia de España desde la II República hasta nuestros días, con una familia cualquiera. Es la primera novela de la autora, una novela que no aborda de forma política la historia, no entra en dramas a pesar de la dureza que tiene esta parte de la historia.
Una generación que lo paso muy mal para sobrevivir, pero que sigue adelante con lo que tienen, con mucho ingenio y además contado con un humor que parece que no es tan crudo. Una familia que afrontara la historia de una forma sencilla, viviremos sus penas sus alegrías con un toque de humor y esa "chuleria" de los madrileños, amena, con unos personajes muy entrañables y con los que empatizas de una forma u otra.
Además, he leido que narra la vida de la madre de la periodista, asique es algo que incita mas a leer la historia. Muy recomendable para después de un libro fuerte, estupendo para pasar un buen rato.

El día de Reyes de 1930 nació Antonia en la castiza calle del Águila de Madrid. La Juana tenía casi cuarenta años cuando trajo al mundo a su primera y única hija, una criatura tan rolliza como las coliflores que despachaba en el mercado de Santa Isabel.


Antonia, qué decirte. Hiciste que me bebiera tu historia en un día. Esa historia fiel reflejo de la de tantos españoles, de tantos hombres y mujeres que lucharon con uñas y dientes con tal de que su prole no se viera abocada a sus mismos padecimientos.

Historias de guerra y posguerra he leído muchas, pero es que en la tuya entre bache, tortazo y penuria das cabida al humor, eres sincera, irónica, malabarista.

¡Fue tan divertido pasear después por Madrid e ir señalando los lugares que nombras!. He disfrutado de ello y de tu lectura, porque siendo una historia tan cruda en ningún momento caes en dramatismo y aún sacas más de una sonrisa.

Antonia, socarrona. Gracias por este grato momento. ¿Avisamos a próximos lectores/as que eres adictiva o eso que lo descubran ya ellos/as? Te abrazo. Me vas a acompañar siempre.


Antonia narra la vida de la madre de la periodista y escritora Nieves Concostrina, de la cual no solo os recomiendo sus libros, podcast, programas de radio y entrevistas, también la serie documental 'Pioneras' en Movistar+ donde habla de mujeres olvidadas de la historia.

Tengo un marido concostrino a más no poder. No se ha perdido un Acontece, un Cualquier Tiempo ni un Pretérito Imperfecto. Tal era su pasión que comencé a escuchar algunos podcast para ver quien era esa tal Nieves. Y desde luego su forma de contar la historia es genial y su punto de vista, muy certero.
Cuando empecé a leer Antonia era como escuchar su voz, sus expresiones y chascarrillos y eso ayuda a una lectura fácil, ágil, agradable y divertida.
Cuenta la historia de una (su) familia madrileña de 1930 a 1960, con todo lo que pasó aquellos años y como afectaba a las familias humildes, a las que al final sólo les llegaban las energías para sobrevivir.
Como no podía ser de otra manera, está lleno de mujeres listas y valientes, curas sinvergüenzas, bastante miseria y muchos datos para entender muchas cosas.
Lo único raro es que no se haya metido con la monarquía o el mastuerzo😉

Envidia es lo que me da leer este pedazo de libro.
Envidia porque por mucho que lo neguemos, todo lector empedernido sueña con escribir algún día un gran libro.
Envidia porque mis abuelos se merecen tanto como Antonia, que su nieto les escriba su vida, vida que atravesó una república, una guerra, una dictadura, una democracia y dos siglos.
Envidia porque esta señora Concostrina escribe como los ángeles y nos honra a todos los envidiosos con la historia de su madre Antonia, que es la madre de muchos y en mi caso, mi abuela, Antonia es Francisca, y Francisca es Antonia.
Gracias nieves, de mi parte, y de parte de mi abuela Francisca.