El signo de los cuatro

Como “Estudio en escarlata”, esta novela de Sherlock Holmes no decepciona. Acción, asesinatos misteriosos, persecuciones en bote por el Támesis, un tesoro escondido, un villano con pata de palo, un policía bastante inútil que es blanco de la más fina ironía de nuestro detective favorito... todos los ingredientes de un hit del género. ¿Qué destaco de esta novela? La aparición del sabueso Toby (lo amé!), Watson enamorado (entre tierno, hilarante y terriblemente cursi), y la relación, muy abiertamente expuesta, de Sherlock con las drogas. Ante la ausencia de casos que lo mantengan activo, Holmes recurre a inyectarse alternativamente morfina y cocaína para tener algún tipo de estímulo en una vida que de otro modo se haría insoportable en su pasividad. Una novela súper amena y recomendable.