Las mutaciones

La vida de Ramón Martínez da un vuelco casi de un día para otro. le han diagnosticado un cáncer en la lengua y ha de ser operado de inmediato. Esto le supone la pérdida del órgano y por consiguiente la pérdida del habla.

"Las mutaciones" nos cuenta en clave de humor el proceso de esta enfermedad en Ramón, que ya de primeras ve acabada su carrera de abogado al no poder hablar, pasando por su mujer y sus hijos a los que ha de soportar sus "desvaríos" y no poder responder, y de un loro que la mujer de la limpieza le regala y con el que llega a comunicarse mejor que con su propia familia.

"Las mutaciones" tiene como eje principal a Ramón, un padre de familia que se gana la vida ejerciendo de abogado y que de un día para otro le diagnostican un cáncer en la lengua y deben amputársela. Digo como eje principal, porque la novela es muy rica en los personajes que rodean a Ramón.

Es un soplo de aire fresco ver cómo una novela que cuenta un proceso de esta maldita enfermedad como es el cáncer está narrada en clave de humor. Jorge Comensal ha conseguido que no nos riamos de los personajes, sino con los personajes y las cosas que les pasan. Es una deliciosa tragicomedia donde su punto fuerte son las relaciones humanas.

Ramón ve su vida destrozada al quedarse sin la lengua. La primera que muere es su carrera de abogado. La palabra es el medio con el que se ganaba el sustento y al perderla se ve recluido en casa con una libreta en la mano para comunicarse. Tendrá que armarse de paciencia para convivir con su mujer, con la que ya no podrá discutir, dos hijos adolescentes y Elodia, la mujer de la limpieza. Esta última es clave en la novela, muy supersticiosa y religiosa, le regala a Benito, un loro, "a ver si habla por él".

Por otra parte, tenemos otra tanda de personajes secundarios igual de ricos, como una psicóloga especializada en tratar a pacientes que tienen o han tenido cáncer y que cultiva marihuana en su ático, y uno de sus pacientes que, aun habiéndose curado de su cáncer, aún sufre de cicatrices emocionales.

El autor, Jorge Comensal es mexicano, por lo tanto, la novela está narrada con ese acento. Hay expresiones claramente mexicanas, pero se entienden fácilmente.

Si me dieran a elegir un personaje favorito de "Las mutaciones", elegiría sin dudar a Benito, el loro. Elodia, la mujer de la limpieza que trabaja en casa de Ramón lo compró en un mercado. Venía casi desplumado y con un aspecto lamentable, quizá pensó que como los loros son parlanchines, ayudarían a Ramón a hablar. Este, por su parte desde que vio a Benito todo desplumado, logró empatizar con él. Conforme pasaban los días y Benito cogió confianza, empezó a gritar groserías que había aprendido de los vendedores del mercado. Apenas sin darse cuenta, Benito se convirtió en un gran apoyo para Ramón.

Jorge Comensal narra tan deliciosamente, que te olvidas de que estás leyendo un drama, con gran sentido del humor y expresiones coloquiales hace que el lector disfrute de su lectura con una sonrisa en los labios.

En resumen, "Las mutaciones" es una lectura de esas en las que te quedas con los personajes, yo después de varios días de haberla leído sigo pensando en Ramón y en Benito, en la que aprendes que aún en las tragedias has de ver el lado amable de las cosas. Una buena historia para abordar un tema tan delicado como es el cáncer. Lo recomiendo.
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Las mutaciones (2016) es un primer libro y es un acierto. Hace tiempo que no leía algo tan simpático e inteligente por el contenido, pero sobre todo por la manera de tratarlo y de apoyarlo con conocimientos científicos que necesitaron un par de años de documentación. Es una novela realista llena de humor irónico y de precisiones científicas con un buen análisis societal. Es también una lograda tragicomedia sobre temas tabúes como el cancer, los dramas familiares, el costo de la salud, la profesión de abogado y la práctica de la Medicina, al mismo tiempo que nos transmite información sobre las mutaciones genéticas.

La novela se arma entorno de Ramón Martínez, un exitoso abogado mexicano casado con Carmela, también abogado, pero que no necesita ejercer. Tienen dos hijos, dos adolescentes insoportables de autismo existencial, egoistas y encerrados en sus propios demonios (la bulimia para la hija y el onanismo para el hijo). Una empleada, Elodia, que es parte integrante de la familia y adora a su patrón desde que éste la ayudó económicamente con la enfermedad de su madre. Tenemos también el personaje del hermano menor de Ramón, un perfecto desgraciado que se comportará como el rufián que es, un magnífico canalla. Otro personaje entrañable es Teresa, la psicoanalista que se ocupará del disminuido Ramón y que emplea métodos poco ortodoxos con sus pacientes (hoy en día es una realidad en algunos países con fines terapéuticos…)

Los personajes y las situaciones están estupendamente descritos. Es un puro deleite progresar en la lectura. Y por tanto…el tema es siniestro…pero está tan inteligentemente abordado que se lee con fruición, sin patos y con una sonrisa. ¿Es posible? Yes.

A Ramón le van a descubrir un cancer raro, producto de una mutación genética cuyo tratamiento es bastante radical y extremo, ya que lo privará definitivamente del instrumento de su trabajo. Es interesante asistir al comportamiento de cada uno de los miembros de esta familia, hasta la idea genial de Elodia de traer a casa a un loro maltrecho, de una especie en vías de extinción, pero es el loro más mal hablado y lenguaraz del reino animal. Ramón lo llamará Benito (por Benito Juárez).

Fuera del ámbito de esta familia de clase media alta, tenemos una crítica socarrona y justificada de la medicina donde los egos son más grandes que el Titanic y ciertos ególatras están dispuestos a todo con tal de publicar algo que los propulse al cenit, al estrellato inclusive si las noticias son falsas o no aún científicamente comprobadas. El joven escritor Comensal nos brinda reflexiones interesantes, como por ejemplo sobre el impacto en nuestras vidas de los avances científicos. El mundo de la Oncología está muy bien ahondado y muy justamente el escritor dijo un día que los oncólogos son seres que deben esconder el alma.
Una novela estupenda.
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