Las mentiras, hijo mío, se reconocen en seguida porque suelen ser de dos clases: hay mentiras que tienen las piernas cortas, y mentiras que tienen la nariz larga. La tuya, por lo que veo, es de las que tienen la nariz larga.
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Las mentiras, hijo mío, se reconocen en seguida porque suelen ser de dos clases: hay mentiras que tienen las piernas cortas, y mentiras que tienen la nariz larga. La tuya, por lo que veo, es de las que tienen la nariz larga.
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-Había una vez... -¡Un rey! -dirán en seguida mis pequeños lectores -Pues no. Un pedazo de madera. |
Si estuviese escrito en el cielo que debemos morir, al menos tendremos el consuelo de morir abrazados.
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Cuando se nace Atún, es más digno morir en el agua que en aceite.
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Las mentiras, hijo mío, se reconocen enseguida porque suelen ser de dos clases: hay mentiras que tiene las piernas cortas, y mentiras que tienen la nariz larga.
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Cuando la miseria es de verdad, todos lo comprenden, incluso los muchachos.
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No es el traje hermoso el que hace al señor, sino el traje limpio.
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Cuántas desgracias me han sucedido... y me las merezco. Como soy una marioneta tozuda y pendenciera... y siempre lo quiero hacer todo a mi manera, sin hacer caso de los que me quieren y son mil veces más juiciosos que yo... De ahora en adelante me convertiré en un niño bueno y obediente... Ya me he dado cuenta de que los niños, cuando desobedecen, acaban siempre por el mal camino y nunca dan ninguna a derechas.
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«Vivan los jujetes» (en vez de «juguetes»), «No queremos más escalas» (en vez de «no queremos más escuelas»), «Abajo Larín Metica» (en vez de «abajo la aritmética»), y cosas por el estilo.
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Manolito ...