 |
Con este libro termino la re-lectura de la trilogía Los juegos del hambre; y no imagino un cierre mejor. Como me pasó con los dos anteriores, he notado que la madurez me ha permitido extraer conclusiones muy diferentes a las que extraje la primera vez que leí este libro. En su momento, me quedé con que era una historia impactante, llena de acción y una chica arquera que lo puede todo. En esta ocasión veo la brutalidad que esconde la narración; veo a una chica que ha sufrido mucho, que se siente cada vez más débil y que saca fuerzas de dónde puede con tal de seguir adelante. Es un libro que esconde un contexto duro, una guerra que se cobra vidas por el camino y en la que Katniss sufrirá. Muchas veces cometo el error de olvidar que en todo momento estamos hablando de una niña; Katniss es una niña y está pasando por cosas horribles, está inmersa en una guerra en la que la han escogido como símbolo, sin pararse a pensar que ella no tiene por qué pasar por eso, le obligan a participar en una guerra que tiene un precio muy alto. Siempre lo digo, pero es increíble todo lo que nos muestra este libro, la brutalidad de la sociedad que les rodea, de aquellos que quieren obtener poder a cualquier precio, aunque este sea el de las vidas inocentes. En esta trilogía vemos a una Katniss que no vive, sino que se limita a sobrevivir en el mundo en el que le ha tocado vivir. El final siempre me ha parecido muy bueno, aunque siempre me deja la sensación de desasosiego, porque miras atrás y ves todo el sufrimiento que les ha llevado a ese punto, como si los personajes no pudieran tener una felicidad completa por todo el peso que llevan a sus espaldas. En general, este libro es una maravilla, como los otros dos, que no solo está lleno de acción todo el tiempo, sino que también muestra las consecuencias de vivir en una sociedad brutal, donde algunos tienen todo el poder y otros luchan por sobrevivir. Una distopía maravillosa que ha envejecido muy bien. |
>
