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Pues la verdad es que me ha gustado mucho esta novela. Me parece una lectura perfecta para el verano, ligera y fácil de leer, pero muy bien escrita y con momentos que saben atrapara el lector. No voy a mentir: Wilkie Collins tiene libros mucho mejores que este, y tampoco va a ser una obra que le vaya a cambiar la vida a nadie. Pero eso no quita para que estemos ante una lectura muy entretenida, muy especial y diferente a otros trabajos de este autor. La premisa de la que parte el libro es muy sencilla, y realmente no da para mucho: Jessie Yelverton , una joven y vivaracha heredera debe pasar unas semanas en la casa de su tutor lugar, el cual convive en una remota y aislada mansión en Galés con sus dos hermanos mayores. Todo parece indicar que la urbanita y frívola Jesse se va ha aburrir de lo lindo con la única compañía de los tres ancianos y que a estos les va a complicar la existencia. Pero nada más lejos de la realidad, rápidamente la joven se integra perfectamente en el día a día de la perdida mansión, y los cuatro forman una familia. Pero cuando se acerca el plazo en el que la muchacha debe volver a su casa, una carta cambiara todo, haciendo necesario que los tres hermanos busquen cualquier artimaña para lograr que Jesse esté diez días más. Para ello tratarán de atraerla contándole cada noche una historia diferente, a modo de Scherezade en “ Las Mil y Una Noches”. Es en esas historias donde radica el interés y el motor principal del libro. La trama principal es un mero pretexto para dar unicidad y cohesión a las diez historias, de hecho, como trama apenas da de sí y es muy previsible y simplona, siendo la que menos páginas ocupa de la novela. Lo realmente destacable son las narraciones que se van contando cada noche y lo variadas que son, tanto en temática como en estilo narrativo y literario. de ahí que uno, cuando acaba la obra, tenga la sensación de haber leído varias novelas en una, tal y como se indica en la sinopsis la obra tiene forma de Matrioska rusa, una historia alberga en su interior otras tantas. A lo largo de “La Reina de Corazones” encontramos historias de terror gótico, misterios sobrenaturales, de detectives, dramas familiares y anécdotas que les suceden a personas normales; todas ellas protagonizadas por una serie de personajes de todo tipo y condición; desde pomposos y presumidos detectives con más ínfulas que capacidades para su trabajo, humildes costureras en busca de trabajo, jovencitas dispuestas a defender lo que es suyo, banqueros falsificadores de buen corazón, matrimonios atormentados y médicos con secretos en el corazón. Algunas de las piezas se narran de forma epistolar, otras pretenden ser fragmentos de diario, y otras son narradas de forma lineal. Como en toda recopilación de cuentos o historias cortas, hay algunas historias que sobresalen por encima de otras. Pero si algo hay que reconocerle a Collins, es que nos presenta un conjunto de historias que no son solo vale variadas, también son muy interesantes. Todas, a su manera, logran atrapar la atención del lector. No obstante tengo que reconocer que destaco las que se encuentran en medio de la novela. Las dos primeras y las tres últimas me han parecido quizás las menos interesantes respecto a las otras cinco centrales. Volviendo a lo que es la historia central, si hay algo que tengo que destacar es que, pese a su brevedad, Collins logra caracterizar detallada y nítidamente a los personajes que la protagonizan, de forma que estos caracteres está muy bien trazados y son fácilmente reconocibles por el lector, son muy entrañables y es imposible no cogerles cariño. Pese a todo, tengo que reconocer que me hubiera gustado que subiera ahondado más de ellos, pero como he dicho antes, no lo he sentido especialmente por lo bien perfilados que están. Y de todas maneras tampoco se le puede pedir mas a esta parte del argumento, pues no se puede negar que da para lo que da por su brevedad, y que pese a todo está muy bien perfilada. “La Reina de Corazones” es una obrita entrañable, en la que Collins lleva a su terreno un estilo narrativo ya visto en obras como “ Los Cuentos de Canterbury” o “El Decamerón”. Y logra darle a esta forma de narrar tan conocida su propio toque, con historias en las que muchas veces se critica a la sociedad victoriana en la que vivió y personajes entrañables que resultan cercanos y cálidos para el lector, destacando, cómo no, algunos caracteres femeninos muy bien creados y muy interesantes. Creo que si no hubiera leído tantas novelas de este autor, adoraría profundamente este libro. Habiéndolo leído en el momento actual y y no siendo ni mi primer ni mi segundo encuentro con Collins, debo decir que me ha parecido una novela entrañable y encantadora, que disfrutado mucho de su lectura y que me ha dado muy buenos momentos. Pero no va a pasar, precisamente, como uno de mis libros favoritos de uno de mis autores preferidos. No obstante tampoco es el que menos me haya gustado de él, y considero que es una obra muy buena y muy recomendable. Como siempre, leer a Collins es una experiencia maravillosa. |
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