El encuadernador

El encuadernador es la típica novela que entra por los ojos. Desde su preciosa portada, pasando por su atrayente sinopsis, cuando ves la hermosa edición de este libro piensas: tiene que ser una delicia. Cuando vi este libro anunciado dentro de las novedades para el mes de enero de 2020 entró en mi lista de libros más anticipados del año por esa sinopsis tan intrigante. Lo malo con este tipo de libros, llevando unas expectativas muy altas, es que al final esperas más de lo que realmente encuentras.



Emmett Farmer, un joven y humilde granjero, es elegido por la encuadernadora más cercana para convertirse en su aprendiz. Debido a los pocos recursos de su familia, sumado a la extraña enfermedad que lo ha mantenido en cama y lo ha dejado débil para el trabajo en la granja, se verá obligado en contra de su voluntad a aceptar el puesto y trasladarse a la casa de Seredith, la encuadernadora. El oficio de encuadernador nunca ha estado bien visto. Los libros son algo prohibido, algo que no se debe leer, ya que han sido creados mediante brujería según dicen las malas lenguas. Con todos los prejuicios de alguien tan humilde, Emmett llegará reticente a casa de la encuadernadora y se meterá de lleno en el arte de crear libros, aunque no será lo que él esperaba.





Una vez en el taller de Seredith, Emmett empezará una nueva rutina de trabajo muy diferente a la que llevaba en su granja. Aprenderá el oficio de encuadernar, o más bien de la creación de un libro, salvo cómo se hace su interior. Su nueva maestra será reticente a la hora de hablarle de cómo se encuaderna y qué se encuaderna dentro de los libros, pero al final irá descubriendo poco a poco los entresijos del oficio. La superstición y las malas lenguas harán que Emmett no acepte de buen grado el trabajo, pero se dará cuenta de que muchas veces para las personas que quieren olvidar, ser encuadernador puede ser una forma de sanación.



La novela se divide en tres partes claramente diferenciadas. En la primera parte conoceremos cómo se adapta Emmett a su nueva posición y cómo aprende el oficio de encuadernador de la mano de Seredith. Esta fue la parte que más me gustó aunque con bastantes peros. El salir de la rutina de la granja para entrar en la de encuadernador me ilusionaba porque estábamos a punto de conocer el sistema de magia de esta novela por el cual los recuerdos de las personas terminan encuadernados en hermosos libros. Me faltó mucha más profundidad en el oficio, el proceso de encuadernación y cómo se lleva a cabo un libro si le quitas a alguien los recuerdos, pero desgraciadamente eso no sucede. En la segunda parte da un giro brutal, cambiando totalmente el curso de la novela para meternos en una historia de romance, bonita, pero donde el oficio de encuadernador no está presente. Y la tercera parte, quizá la que menos disfruté, retoma la historia donde lo dejó la primera parte y donde los personajes daban vueltas y más vueltas a lo mismo una y otra vez.



Como decía, esperaba mucho de esta novela. El sistema mágico era algo que me llamaba muchísimo la atención y, lamentablemente, no tiene mucho protagonismo. Creo que si en vez de vender este libro como una historia de fantasía la hubieran vendido como una historia de romance con tintes fantásticos, lo que realmente es, no me habría llevado esta desilusión. Además, viendo la historia en perspectiva, la fantasía, o esos toques fantásticos, están ahí para darle sentido al romance. Habría sido genial ver esta magia en profundidad, con el protagonismo que merecía, pero ha sido una pequeña decepción en este aspecto.





Los personajes se me quedaron un poco planos. Quizá por el hecho de que no estaba disfrutando tanto la novela por esperar algo que no encontré o por no conectar con la historia, pero tampoco pude conectar con los personajes. Desde el principio vemos a un Emmett meditabundo, apagado y triste, pero de repente pasó a ser un personaje totalmente diferente por un hecho en concreto. Este cambio, tan rápido y drástico, hizo poco creíble esta evolución. En cuanto al resto de personajes, como en el caso del protagonista, me faltó más desarrollo y mayor profundidad a pesar de que uno de ellos no me disgustó.



La trama empezó bien pero fue perdiendo fuelle. Todo era muy intrigante con los libros, tan prohibidos y mal vistos, el oficio de la encuadernadora con la llegada de Emmett como aprendiz... pero poco a poco se va desinflando. Los libros pensaba que iban a tener mucha más importancia de la que realmente tienen, que veríamos historias de otros personajes ser encuadernadas e incluso desvelar secretos de alguna familia importante a través de ellos, pero no fue así. La segunda parte remonta un poco, quitando del todo el tema del encuadernador, centrándose en el romance, un romance que me gustó. Creo que la historia de amor ha sido el elemento que más me ha gustado de toda la novela ya que el oficio de encuadernador no tenía tanta importancia como esperaba. Si os soy sincera me sorprendió disfrutar tanto del romance, me pareció una historia de amor preciosa y muy tierna, pero que quedó un poco eclipsada por lo que ya os he comentado de los personajes. El ritmo es bastante rápido. A pesar de no encontrar lo que esperaba en esta novela, es un libro que se lee rápido, que mantiene la intriga de qué pasará y no te das cuenta de que las páginas pasan volando. Pero si tengo un gran pero fue el final. No tengo problemas con los finales abiertos si la historia principal la dejas más o menos cerrada... Otra cosa es un final abrupto e inesperado por su forma de terminar la novela. No sé si la autora sacará una segunda novela, pero os aseguro que ese final da para una secuela.







En conclusión, El encuadernador tenía todos los elementos que busco en una novela de fantasía, pero es más una novela de romance con tintes fantásticos. Un sistema de magia muy interesante que se queda desaprovechado, ya que apenas se ve el oficio de encuadernador, pero cuya historia de amor sí me pareció bonita y tierna. Una lástima que esperase un libro de fantasía, algo que no es, porque me he llevado un gran chasco siendo que esta novela entró en mi lista de libros más anticipados del año.
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