Mil besos tuyos

Me he tomado mi tiempo para ordenar mis pensamientos y sentimientos con respecto a este libro para escribirle la reseña. Aún no sé si quedará como planeo, no creo poder expresarlo todo con palabras, pero haré el intento.

Iré por partes, primero los personajes. Poppy y Rune, empiezan la historia siendo muy pequeños y vemos como con el paso del tiempo se vuelven inseparables. Bueno, realmente no lo vemos tal cual porque todo da saltos en el tiempo y solo lo podemos suponer.
Poppy es, probablemente, la persona más amable y optimista que he conocido en toda mi vida; le gusta verle el lado bueno a las cosas y vivir al máximo sus aventuras, que teniendo en cuenta su condición es lo más "razonable". No obstante, en todas esas ganas de disfrutar y no lamentarse no puedo ver realmente a una adolescente; los jóvenes nos caracterizamos por ahogarnos en vasos de agua y odiar la vida por ser injusta y bien, entiendo que Poppy tuviera un alma diferente, pero un poco de miedo e irritación la hubieran hecho más real.
Rune, en sus manifestaciones de su amor no podía dejar de notar esa sombra posesiva y tóxica, sé que la amas, pero no puedes ser y querer que una única persona sea el eje de otra. Luego ese comportamiento con su propia familia, sí, por tu papá tuvieron que regresar a tu país natal, pero no es su culpa, gracias a ese trabajo es probable que tú tengas comida en la mesa y ropa para vestirte bien. Se me partía el corazón ver cómo el señor trataba de acercarse a su hijo y él solo hacia estupideces y su hermanito, ¿qué culpa tenía el pequeño de su enojo?

Ahora el romance, más tóxico no pudo verse. Se amaban porque se conocían desde pequeños y vivieron esa aventura de los besos desde que prácticamente recién conocían el concepto de la palabra "beso", yo lo entiendo. Pero que parecieran siameses que con suerte y se relacionaban con otros ya genera un problema.
Cuando se separaron me hubiera gustado ver un poco más de sus vidas y cómo ese amor se iba apagando en uno de ellos, pero era un libro de 300 páginas así que no alcanzaba. Ya en el momento en el que se reencuentra, sentí un poco de ese rencor y miedo, mas se notaba que todavía no se habían perdido para siempre, un concepto lindo he de admitir. Lo que más me gusto de este reencuentro, justo después de saberse el "problema", es que a pesar de haber tenido una reconciliación tácita porque no recuerdo unas disculpas merecidas, Rune, muy maduro para lo que lo tenía, dice irán lento y que el "beso" será solo cuando sean ellos mismos, bien ahí.
Ya lo que se ve después es "vivir lo que nos queda". Rune no puede dejar su toxicidad y Poppy cree que es lindo, eso es lo que molesta, pero ¿qué les podemos exigir? Son niños de 17 años que creen conocer el concepto del amor como cualquier otro niño de esa edad. Es por eso que en un punto ya no me afectaba tanto, a esa edad amas con locura a pesar de estar haciendo mal las cosas.

Mi último problema, al menos ahora que estoy escribiendo esto, es el final. El prólogo para ser más exacta. ¿Cuál era la necesidad? ¿Qué fue lo que movió a la autora para escribir algo tan **? No encuentro la palabra. Rune tenía que vivir su propia aventura, enamorarse, estudiar, arreglar las cosas con su familia y llenar el maldito tarro que le dejaron, porque cuando me olía el tema del nuevo frasco para el estuve muy contenta. Pero no, todo se fue al caño.

Gracias eso es todo.

Un libro bastante predecible, aunque el epílogo no tanto, con frases muy motivadoras y hermosas, con un mensaje de amar y disfrutar la vida; pero que para mí no fue lo que esperaba, me jugó en contra el hype y que no era mi momento para leer algo de este estilo.