El bosque

Hace veinte años, en un campamento, cuatro adolescentes entraron en un bosque. Dos aparecieron muertos. Dos jamás aparecieron. En la actualidad, el hermano de una de los chicos desaparecidos recibe información que le hará volver a preguntarse qué pasó aquella noche. Es el segundo libro que leo de este autor y volvió a volarme la cabeza. Este tipo sabe escribir thrillers. Te engancha, no te deja ir, te revela datos a cada rato y no para de haber giros hasta, literalmente, la última página. Hubo muchas cosas que me disgustaron del protagonista pero... a la mierda, se lo perdono. Una de las mejores lecturas del año.

Una buena novela de intriga con dos tramas diferentes (una de suspense y otra judicial) y un protagonista en común: un fiscal de condado que no se deja amedrentar por las presiones, y que está decidido a descubrir la verdad de lo que sucedió en el bosque hace veinte años. Me han gustado mucho los personajes, sus matices y sus motivaciones para actuar como actuaron tanto en el pasado como en la actualidad.

Que alguien me explique por qué incluso hicieron una serie de esta novela, porque es... no mala... estúpida. Sí, esa es la palabra. Una cosa amorfa, morbosa, sosa, con (y me descostillo de risa) espías soviéticos. Qué porquería mas grande. ¿Por qué perdí horas de mi vida leyendo esto?

Lo leí a caballo entre la playa y la piscina y cumplió a la perfección con su misión de entretener. En él encontraremos buen ritmo y varias sorpresas.

Hacía rataso que tenía este libro en mi biblioteca, y no sé por qué no lo leí antes, ¡porque no decepcionó para nada!

Hace veinte años, en un campamento de verano, dos adolescentes fueron asesinados en el bosque, de los otros dos nunca más se supo nada, nunca encontraron sus cuerpos. Ahora, veinte años después, el hermano de una de las chicas que nunca apareció, Paul Copeland, es fiscal del condado de Essex y lleva una vida bastante normal. Hasta que aparece el cuerpo de un hombre, con recortes de diario en el bolsillo que contienen la noticia de lo que ocurrió en aquel bosque. Ahí es cuando empieza todo.
Los capítulos se van alternando entre Paul y la profesora universitaria Lucy Gold, que no sabemos quién es ni qué rol cumple en la novela hasta que no avanzamos un poco. Los capítulos de Paul están narrados en primera persona, mientras que los de Lucy en tercera. Estos son relativamente cortos y el estilo del autor es bastante simple, pero una vez que empezás a leer no querés soltarlo. Hay muchos interrogantes y secretos que vamos descubriendo a medida que vamos leyendo. Algunos secretos recién se nos rebelan al final y te dejan 😱😱 porque al fin todo cobra sentido.

Mentiras o verdades, secretos familiares ocultos de padres a hijos o entre amigos, y de las consecuencias que tendrán, para ellos mismos o los demás, si salen a la luz.

Libro muy recomendado si les gusta este género. Definitivamente voy a seguir leyendo más del autor.

Paso la última hoja de esta novela y me pregunto “¿por qué la he terminado?”; entonces me doy cuenta de que lo he hecho porque una persona a la que quiero mucho me recomendó que leyese alguna obra de este autor. Sonrío, lo cierro y lo devuelvo a la estantería de dónde nunca debería haber salido.

Antes de nada, hay que mencionar que Harlan Coben está considerado uno de los autores de novela de intriga más relevantes del momento, atesorando varios de los premios más importantes de la industria como, por ejemplo, el Premio Edgar; e, indudablemente, es un escritor muy exitoso, puesto que todas sus obras se convierten en superventas instantáneos.
Dicho lo cual…paso a reseñar “El bosque”.

Esta novela tiene como base argumental unos crímenes que sucedieron en un campamento juvenil situado en un bosque, veinte años antes que el tiempo en el que transcurre la acción. Estos asesinatos sacudieron las vidas de todas aquellas personas que se vieron implicadas, de una forma u otra, en los sucesos. Cuatro jóvenes fueron asesinados, pero la policía únicamente halló los cadáveres de dos de ellos. La historia arranca en el momento en que Paul Copeland, fiscal del condado, se encuentra en pleno juicio, llevando la acusación del condado contra dos niños de papa que habían violado a una stripper de color en la fraternidad de su campus universitario.

El devenir de este juicio está íntimamente conectado con los asesinatos del bosque porque Paul era el monitor de guardia la noche que sucedieron los crímenes, y desatendió sus funciones por llevarse al bosque a su ligue de verano. Para complicar aún más el asunto, una de las dos personas cuyo cadáver no apareció, era su hermana.

Con estos ingredientes, Coben desarrolla una “intriga” lineal y previsible, con más agujeros que un queso gruyer y más incoherencias que un cura marxista.

El estilo es absolutamente horrendo, y no porque en una misma frase juegue con los tiempos verbales, pasando del pasado al presente de un modo un tanto anárquico, puesto que esa licencia literaria es perfectamente aceptable; sino porque la voz con la que dota a sus personajes les hace inverosímiles y las descripciones con las que colorea la foto son, siendo indulgentes, de bachiller imberbe.

Un fiscal que va por la vida como un pistolero, chulo, infantil y prepotente:

“ - ¿Saben quién soy? -pregunté.
Metí la mano en el bolsillo y saqué mi placa de fiscal. Sí, tengo placa. La verdad es que soy la máxima autoridad del orden público en el condado de Essex. (…)
- Más vale que sean todos legales -dije-. Más vale que su familia sea legal, que sus amigos sean legales. Más vale que las personas que se encuentran por casualidad en la calle sean todas legales.”

Los diálogos son cortos, infantiles e irrisorios:

“-¿Tú sabes qué está pasando, Paul?
-No lo sé.
-Creo que debemos averiguarlo.
-Estoy de acuerdo.
-¿Quieres que nos veamos?
-Sí.
-Será muy raro-dijo.
-Lo sé.”

Las descripciones, por su parte, muestran pereza, poca dedicación y un uso excesivo de clichés:

“Por el pasillo se acercó una pelirroja con ropa de calle. Llevaba una falda y las gafas colgando del cuello. Parecía una enfermera intentando no parecer una enfermera.”

Dice Jordi Serra i Fabra en su libro “La página en blanco”, que un escritor, a lo largo del proceso de escritura de un libro, ha de dividir el tiempo en tres grandes fases sucesivas: Documentación, escritura y revisión; con una distribución del tiempo total de un 30, 40, 30 por cien, respectivamente. Un autor serio no debe descuidar ninguna de estas tres fases, porque si no le puede suceder lo que le ha sucedido a Coben…que escriba un churro.

Es más que evidente que Coben, dentro de su mínimo esfuerzo de documentación, se ha leído “Mindhunter” de John Douglas, agente especial del FBI, que creó la Unidad de Análisis de Conducta, encargada de confeccionar los perfiles psicológicos de los asesinos en serie. Hecho que queda más que constatado ya que en “El bosque” aparecen varias de las conclusiones que apunta Douglas en su libro, y que Coben fusila sin reparo alguno. Por ejemplo, el debate existente entre los investigadores del siglo XIX, inicios del siglo XX de si era preferible afrontar una investigación criminal desde un enfoque deductivo (planteamos una hipótesis y luego son las pruebas las que la validan), al estilo del Arsène Lupin de Edgar A. Poe o, si por el contrario, lo afrontamos desde un enfoque inductivo (los indicios hallados en la escena del crimen nos permitirán elaborar una hipótesis de partida), al estilo del Sherlock Holmes de Arthur C. Doyle. Coben también menciona una de las patas del triángulo del psicópata que define Douglas: el maltrato animal en la infancia; así como otras características de estos sujetos como pueden ser la obsesión por el control, la manipulación o haber crecido bajo la influencia de una madre autoritaria y ultraconservadora.

Como conclusión, y por si a alguno aún le queda alguna duda, si en algún momento de vuestra vida os cruzáis en el camino con este libro…corred y no miréis atrás.

El primer libro de coben que leo y no me defraudó.

Es una historia llena de emociones, por un momento puede hacerse algo tedioso, que puede estar contando cosas que no tienen que ver con la trama principal, pero que es cierto que cada cosa que te conta que tiene una razón de ser. Es un libro fantástico, las hojas se van como el agua, lo recomiendo mucho sobre todo si quieres una buena historia de suspenso, este es su libro!