Ready player one

Ready player one es una distopía, pero cercana. Estamos en 2045, el mundo está (como siempre) hecho polvo. La gente se evade de la realidad como puede, es decir, en el videojuego OASIS. Pero es mucho más que un videojuego ya que abarca todas las situaciones de la vida real. No se puede hacer nada si no tienes cuenta en él.

El creador del juego, James Halliday, al morir, dejó pistas para encontrar un tesoro en su inmenso universo virtual. Un tesoro que hará infinitamente rico a quien lo consiga. Pero pasan los años y nadie consigue acceder ni siquiera a la primera llave. Hasta que en 2045 aparece un nombre en la lista de jugadores: Wade Watts.

Esta es la historia de este chico de dieciocho años y cómo consiguió encontrar el huevo de pascua más famoso del mundo siendo un alguien que vivía en un campamento de caravanas casi sin nada que llevarse a la boca. A partir de ese momento la locura se desata.

A la búsqueda del Huevo de Pascua de Halliday se le llama La Cacería, y a los que participan los gunters. Estos se han transformado casi en una subcultura de los años 80 ya que toda la búsqueda está basada en esos años que fueron tan importantes para Halliday. Es alucinante la de referencias a los años ochenta que nos encontraremos, unas conocidas y otras totalmente nuevas, al menos para mí.

Todos los gunters parecen enciclopedias andantes de cualquier detalle de los años ochenta, desde películas hasta música pasando por libros, series de TV, y todo lo que os imaginéis. Se lo han memorizado absolutamente todo en busca de las famosas pistas que les darán el acceso al tesoro.

Wade Watts o Parzival (su Nick en el juego) contará con la ayuda de algunos amigos a lo largo de su aventura. Aunque quizá amigos no sea del todo correcto ya que, en el fondo, todos son competidores en el mismo juego. Ellos son Art3mis y Hache. Juntos recorrerán toda la aventura que supondrá encontrar el huevo de pascua de Halliday.

Toda la lectura es una absoluto locura en cuanto a velocidad, intriga, aventuras y referencias ochenteras. Te estresarás igual que los jugadores, intentarás adivinar las pistas y evitar las traiciones de otros jugadores y empresas. Es un libro agotador. Pero a la vez un libro que no puedes dejar de leer, que te lleva a su mundo imaginario rodeado de referencias conocidas y te transforma en un jugador más.

Y, como siempre, cuando un libro me ha encantado no sé muy bien cómo hacer que la reseña os transmita lo que he disfrutado con él… Pero en serio, si os gusta mínimamente la ciencia ficción y la fantasía este es un libro totalmente imprescindible en vuestro camino. No hagáis caso de las tonterías que he escrito, el libro se merece algo mejor que mis balbuceos penosos. ¡¡¡Léedlo!!! No os arrepentiréis.
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