El psicoanalista

Esta es la segunda novela que leo de este autor, y lo cierto es que tenía muchas ganas, especialmente debido a la gran cantidad de críticas positivas que ha recibido.

John Katzenbach es un autor que cuida mucho la redacción de sus obras, por lo que las descripciones ocupan gran espacio. Tanto los lugares como las emociones y pensamientos de los personajes son descritos con sumo detalle, lo que en ocasiones ralentiza el ritmo de la historia.

El psicoanalista es una historia que demuestra el gran trabajo del autor, tanto a la hora de crear la historia como la documentación que hay detrás de ella, y eso es lo que ha logrado convertirla en un referente del thriller actual.

Toda esta historia va a girar en torno a dos personajes principales: Ricky Starks (protagonista) y el misterioso Rumpelstiltskin (antagonista). Si bien es cierto que hay más personajes que enriquecen la historia, como pueden ser las figuras de Virgil y Merlin, serán el doctor Starks y el señor R quienes van a llevar el peso de la historia.

Me ha gustado la idea de mezclar cuentos y mitología con el psicoanálisis y la psicología que envuelve a toda esta historia, y cómo vamos conociendo poco a poco a Rumpelstiltskin, gracias a lo que va descubriendo Ricky. 

La intriga de la historia se va a mantener en todo momento, a través de la lucha que llevan desde la distancia los personajes principales. Esa idea de venganza y de lograr asesinar a alguien de una manera tan limpia como puede ser inducirlo al suicidio.

La extorsión y el chantaje van a formar parte de esta historia en la que se ve una constante lucha de egos, en la que no hay un personaje "bueno", ya que lo que observamos es cómo el egoísmo de una persona que no ha querido atender a sus errores, puede llevar a otra a la obsesión de la venganza.

En esta novela nos vamos a encontrar una historia en la que nada es lo que parece, que nos hará pensar y valorar aquello que podemos dar por sentado, pero que en realidad es un privilegio que se nos ha entregado.

Acabaré esta reseña planteando la gran pregunta: ¿Tú serías capaz de suicidarte por mantener a salvo a otra persona? Ricky Starks ya se vio obligado a responder.