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En este libro, encontramos un mundo dividido, la tierra del sol, donde viven nuestros protagonistas y la tierra de la luna. Durante las páginas, vemos como un grupo de chicos emprenden una aventura 'sin querer queriendo', la reina está desaparecida, el príncipe no sabe qué hacer y el reino enemigo ha mostrado señales de que planean algo no muy bueno. . Cuando leí el prologo, me ilusioné, fue ingenioso, pero hasta ahí llegó mi ilusión. Después me encontré con una narración que dejaba bastante que desear, errores de ortografía, muchos detalles suelos, diálogos flojos, personajes simples que no me transmitieron mayor cosa y temas que se repetían una y otra vez. El libro habla mucho de la amistad, y no es que esta se mala, pero en cada capítulo se tocaba el tema y los personajes llegaban casi a leerse la mente sólo porque eran muy amigos. Varias cosas que vivieron, fueron muy circunstanciales, se evadieron explicaciones y argumentos. El mundo que construyó la autora, a mi parecer, le faltó profundizar más, porque me dio la impresión que eran detalles puestos al azar. Mientras en tierra del sol habían cosas muy superficiales, la tierra de la luna tenía aspectos mejor expuestos. Lo que más me disgustó del libro, es que tiene 336 páginas de la historia y no es hasta la +200 donde empiezan a pasar cosas, la segunda parte fue una tortura para mí, llevaba tiempo leyendo y no ocurría absolutamente nada, sólo leía a un grupo de niños quejarse y recordar su infancia. En la tercera parte, no mejora mucho, ya estaba tan aburrida que lo que pasaba me daba igual. Tengo que decir que en las ultimas 40-30 páginas, todo cambio, ahí encontré la fuerza que busqué desde el comienzo, la narración de la acción fue cautivante, los personajes se llenaron de actitud, cada suceso mágico que pasaba tenía una conexión con lo que se venía contando. Tengo esperanzas con Claudia, es cuestión de revisión y práctica, ojalá el segundo esté lleno de lo que encontré al final de este, aunque sinceramente, no sé si lo lea. |
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