3001: Odisea final

He llegado al fin de esta tetralogía y no puedo más que maravillarme de lo inteligente y superior que ha resultado esta obra.

En esta ocasión, ha pasado un milenio desde la última vez, sin embargo nos encontramos con el inesperado encuentro con el cuerpo de Frank Poole que ha flotado a lo largo del universo por mil años y que gracias a la criogenización su cuerpo quedó congelado y vivo hasta que lo encuentran por casualidad.

Poole se despierta con que tiene mas de mil años de edad y con el encuentro con el estilo de vida, creencias y el adelanto social y tecnológico que hay en ese momento lo que resulta en un shock para él, un aprender idioma nuevo, formas de pensar nuevas y estilos de vida nuevos.

Así, Clarke hace en este libro una analogía retrospectiva del mundo actual vista desde el futuro, de lo que es nuestra sociedad actualmente, política, religiosa y socialmente, hace un recuento de temas de alimentación, avances tecnológicos y medio ambiente y como el ser humano ha enfrentado a través de esos mil años cada uno de esos temas. Si bien no nos dibuja un futuro utópico, tampoco es distópico, es únicamente el avance de la raza humana a través de su sociedad, pero sobre todo tecnológica. Es cierto que se podría decir que entra un poco en temas algo filosóficos e incluso religiosos, pero no resulta en algo pesado de leer o aburrido si no más bien nos deja a nosotros como lectores reflexionar sobre todo ello y pensando en si en un futuro todos estos temas realmente podrían terminar en corrientes de pensamiento, sociales y religiosos (o no religiosos) en el futuro.

Por supuesto el tema del libro no es ese, en el libro anterior, hace casi un milenio, recordamos que había habido un acercamiento con Europa, algo que no volvió a ocurrir y que por algunas situaciones dadas en este momento Poole es quien es escogido para "descubrir" lo que esconde Europa, él quien de algún modo quiere también reencontrarse con su pasado y su amigo David Bowman decide aceptar este riesgoso reconocimiento espacial.

Si bien, me ha parecido un final que no esperaba con respecto al monolito, también es cierto que Clarke dejó este libro de tal forma que bien podría haberse escrito un quinto... algo que por desgracia, ya no veremos.

En cuanto a la serie en general, es interesante ver que que Arthur C. Clarke no pretende (o al menos eso creo yo) ser un escritor de ciencia ficción que vaticina el futuro, sencillamente juega con la imaginación y con lo que podrían ser los avances tecnológicos pasados los siglos y lo hace de una manera tan buena que lo es completamente creíble y eso es lo que convierte a esta saga algo completamente fuera de serie dentro del género.

Sin duda son libros que vale la pena leerse, la aventura, la forma de vida planteada y el desarrollo del avance no solo tecnológico sino social planteado es sorprendente y una lectura obviamente mucho más allá de entretenida.

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