Una biblioteca de verano

Sabemos (los que leemos por pasión) que los libros sobre libros nos liquidan, nos atraen y atrapan por igual. Este libro va un escalón más arriba de ello, no es solo un libro sobre libros (encontrarás títulos y autores por montones) sino que es un libro donde la cura, la resignación, la confianza, incluso "el regreso" a la vida de la protagonista (autobiográfico) sucede gracias a la existencia de los libros.

Nuestra protagonista debe hacerse cargo de una biblioteca en 1946, en plena posguerra.

Biblioteca con libros propios, heredados de un tío (a quien ama y dedica hermosos párrafos ).

Estos libros le ayudan a encontrar la resignación que sufre a causa de la orfandad. El buque en el que venía con sus padres fue atacado, muriendo estos y quedando ella gravemente herida (basado en hechos reales).

En sus palabras, a pesar del dolor, hay romanticismo, hay superación, hay fuerza, todo esto encontrado con la ayuda de la literatura. Su estilo es sutil, de mucha delicadeza, hermoso.

Corto, pocas palabras, parco, directo, sin "paja".

Contundente, porque logra trasmitir en pequeñas oraciones, con palabras simples, todo el dolor y toda la capacidad posterior de adaptación, de encontrar luz donde solo la oscuridad se observa. Hay una historia profunda, que va más allá de las palabras, más allá de lo que cuenta. Creo que lo que no dice, eso que debemos nosotros encontrar, es igual de hermoso.

Mis respetos para la autora, respeto mucho los libros autobiográficos que son ejemplo de resistencia ante el dolor. Me gustan las mujeres fuertes.

Debería ser más extenso, daba para mucho más, pero revisando la obra de la autora, veo que ese es su modo, su estilo. Encontró en la parquedad (profunda) de la palabra, el modo de expresarse (casi lírico) y de canalizar su dolor.

Recomendado.

"Una biblioteca de verano" de Mary Ann Clark Bremer
"Un hombre a punto de morir no puede escribir pero dicta sus cartas, que, más tarde, son leídas a su sobrina, quien no puede leerlas: tiene los ojos vendados debido a la metralla."
Tras la segunda guerra mundial y aún convaleciente del ataque sufrido al buque que la transportaba junto a sus padres, Mary Ann nos relata lo que fue un verano pasado entre libros. En apenas noventa páginas, la autora nos cuenta una parte de su vida y su admiración por dos cosas: su tío Marcel y la literatura. Y esta última la conoció gracias a Marcel, a quien le dedica párrafos realmente bellos. Durante el verano, trata de poner en marcha una biblioteca formada por los libros que sobrevivieron a la guerra y que habían pertenecido a su tío, ahora muerto como sus propios padres. Gracias a los libros y lo que esconden, conoceremos la vida de esta mujer y sus sentimientos. También seremos testigos de cómo el corazón de la autora sana y cómo nace una historia de amor preciosa.
*Me ha cautivado por completo ésta historia. Es de esas que puedes releer una y otra vez. No solo está escrita con un estilo precioso, sino que también se nota el enorme amor que la autora siente por los libros. Porque esa es la verdadera esencia de este libro, el amor por los libros. He anotado tantas cosas que me han gustado, tantos libros y autores que cita. Tras leerlo, he ido a buscar información sobre la autora, algo que hago con mucha frecuencia. Necesitaba saber todo sobre ella y leer toda su obra. Me ha sorprendido mucho ver que no se sabe nada de ella, solo lo que la editorial ha compartido. Entonces solo me queda leer todo lo que haya de ella publicado porque me ha cautivado por completo.

Esta es una novela autobiográfica.A veces es difícil hablar de novelas como ésta porque a pesar tener pocas páginas(90) su contenido es intenso. No conocía a la autora pero me ha gustado mucho cómo cuenta su vida, cómo ha compartido su gusto por los libros y mezclado pasajes literarios y autobiográficos.
Mary Ann es una joven norteamericana que, al acabar la II Guerra Mundial, se refugia en el pueblo francés donde pasó los veranos de niña, buscando consuelo. Sus padres murieron por el ataque al barco en el que viajaban de un submarino alemán. Recién salida del hospital llega a la casa donde vivía su tío Marcel, que también ha muerto. El alcalde le pide que convierta el establo en una biblioteca de urgencia con los libros que le ha dejado Marcel porque la ocupación alemana acabó casi con los libros del pueblo. Accede hacerlo durante los meses de verano y metida en su papel de bibliotecaria, volverá a ser feliz. Los vecinos del pueblo van a la biblioteca a buscar algo que les alegre el alma y muchos aceptan el consejo de Mary Ann. Pero los verdaderos protagonistas son los libros y los autores: Baudelaire, Lytton Strachey, Poe, las hermanas Brontë, Proust, Daniel Defoe, Paul Valéry, Mark Twain, William Wordworth, Cervantes...
La historia de Mary Ann se entrecruza con una vieja historia de su tío Marcel.

Este libro me ha dejado una sensación contradictoria. Por un lado me ha gustado la delicadeza de la autora al escribir, su forma sutil de presentar personajes y situaciones, de contarnos unos años de su vida. Sin embargo, me resulta irritante que no me cuente más, que apenas me presente una lista de libros que le acompañaron esos días de su existencia. Me deja con ganas de más, me deja con la sensación de ser un plan para un libro mayor. Eso sí, descubre escritores y libros para ir a la biblioteca con una lista.
Me ha recordado a "Paradero desconocido", de Kressmann Taylor en su brevedad pero no en su potencia. Me ha traído ecos de "84 Charing Cross Road", pero la historia está más desarrollada en las cartas de Hanf.