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No sabía muy bien qué esperar de esta novela, pero definitivamente me dio lo que necesitaba: un giro de tuerca la historia del Elegido. Para empezar, Callum ni siquiera quiere ser especial, mucho menos un mago. Pero aunque intenta desaprobar el examen de ingreso al Magisterium, lo hace tan mal que logra entrar en él. A pesar de que, a primera vista, este inicio de saga puede parecerse mucho a Harry Potter, rápidamente se diferencia por su sistema de magia. Este es simple, literalmente elemental y con reglas y límites concisos, pero en esto es lo que le permite a las autoras jugar con él. También nos encontramos con un curioso sistema educativo donde los alumnos son asignados en grupos pequeños a un solo maestro. Así Callum termina formando equipo con Aaron y Tamara (un trío que me recordó mucho al de Sasuke-Naruto-Sakura). Y acá es cuando me di cuenta que Magisterium no sería otra saga sobre el Elegido, pues no es Callum, nuestro protagonista, el que lo tiene todo para serlo, sino Aaron,su compañero. Pero esta es solo la primera vuelta de tuercas porque hacia el final se dan varios plot twists bastante interesantes y por demás sorpresivos. Así que sí. La prueba de hierro es un buen inicio de saga. Se toma su tiempo para asentar su sistema de magia y nuevo mundo sin dejar de lado la acción y humor característicos de la literatura middle grade. |
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