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Originalmente, Cassandra Clare había planteado que Cazadores de sombras fuera solo una trilogía. Sin embargo, finalmente optó por extenderla y esa decisión se nota mucho en esta cuarta entrega. Podría decirse que es el inicio de un nuevo arco argumental. Aparecen personajes nuevos que ya han sido presentados en el segundo libro de la trilogía de los Orígenes, así que, aunque no es obligatorio alternar sagas para comprender bien la historia, es bastante recomendable hacerlo. Algunos nefilims afines a Valentine y antiguos miembros de su Círculo están siendo asesinados en extrañas circunstancias. Esto provoca que las tensiones crezcan entre los cazadores de sombras y amenaza con derrumbar la frágil estabilidad que los une, sobre todo cuando descubran que algunos de estos cadáveres son de bebés. Mientras la Clave trata de averiguar qué es lo que está sucediendo, nuestros protagonistas, Clary y Jace, tienen que lidiar con problemas más propios de adolescentes. Jace está sufriendo terribles pesadillas en las que sueña, entre otras cosas, que le hace daño a Clary, uno de sus más grandes temores. Es por ello que la relación entre ambos se complica, pues Jace intenta alejarse de ella para evitar dañarla sin darle explicaciones, lo que hace que, a su vez, Clary crea que los sentimientos de Jace no son tan fuertes como ella pensaba. Por su parte, Simon sigue tratando de conjugar su vida como vampiro con su vida normal antes de ser convertido, tarea que no es nada fácil. Además, alguien quiere ver a Simon muerto por motivos desconocidos, aunque nunca llegan a acercarse lo suficiente a él antes de que la marca de Caín que Clary le grabó en la frente los desintegre por completo. Lo que Simon no sabe es que él es la clave de todos los acontecimientos que están teniendo lugar y que su participación será crucial para resolver el nuevo conflicto que azota el universo de los nefilims. Acostumbrada a los inicios trepidantes que nos ofrece Clare con cada nueva entrega, los primeros capítulos de Ciudad de los ángeles caídos han sido absolutamente tediosos. La trama tarda muchísimo en arrancar (más allá de la mitad del libro) y Clary y Jace han sido unos protagonistas tan insoportables que no ayudaban nada a que me enganchara. Lo único que ha salvado este libro ha sido Simon, que por fin tiene la importancia que se merece y que es uno de mis personajes favoritos de la saga. Como he dicho al principio, Clary y Jace tienen problemas típicos de adolescentes. Que ojo, no digo que sea algo negativo (al fin y al cabo lo son), pero sus problemas son tan absurdos y tan fácilmente solucionables que me costaba no poner los ojos en blanco cada vez que hacían su aparición. Jace está teniendo pesadillas que no le dejan dormir y que hacen que aflore uno de sus mayores temores, lastimar a Clary sin quererlo. En vez de hablar con ella y compartir sus miedos, decide ignorarla y mostrarse frío, lo que provoca, a su vez, que Clary piense que no es suficiente para él y que no la quiere. A parte del drama de Clary llorando por las esquinas porque parece que su Jace ha dejado de quererla, este personaje sigue tan estúpido como siempre. Aunque se puede decir que ya es una cazadora de sombras de pleno derecho, apenas acaba de comenzar su entrenamiento para ello, por lo que la Clave no cuenta con Clary en las misiones debido a que son peligrosas y no está preparada para el combate. Esto hace que Clary se sienta desplazada y tome decisiones temerarias y sin sentido para "demostrarse" a sí misma y a los demás que es tan válida como el resto y que puede valerse por sí misma (spoiler, no es así). Lo único que consigue es, por supuesto, ponerse en peligro a ella misma y a los demás. Si ya no la soportaba como protagonista en los libros anteriores, en el cuarto se ha llevado la palma. Es irreflexiva, temeraria, egoísta e inmadura y lo demuestra de una manera constante. Hubo escenas que incluso llegaron a enfadarme porque literalmente ponía en peligro de muerte a la gente de su alrededor a causa de su egoísmo. Por su parte, y como he comentado antes, Simon es el verdadero protagonista de esta novela. Trata desesperadamente de compatibilizar el hecho de ser un vampiro con su vida normal de instituto y con su participación en la banda que tiene con sus amigos, cosa que no es nada fácil sobre todo porque su madre comienza a intuir que hay algo que no va bien. Se siente perdido porque, si bien sus amigos son nefilims, Simon no es bienvenido en su mundo debido al rechazo que todavía sienten algunos cazadores de sombras hacia los subterráneos. Tampoco quiere pertenecer al clan vampírico de Raphael, ya que no se siente cómodo asumiendo del todo su condición. Para más inri, alguien está tratando de matarle y, aunque la marca de Caín le protege de los ataques, no se siente cómodo sabiendo que es una máquina de destrucción con patas. Me encanta como la autora muestra los temores de Simon, sus conflictos y cómo se esfuerza por encajar. He sido capaz de conectar muy bien con él y ha hecho que me gustara todavía más. Como personajes nuevos, al menos en cuanto a la saga principal se refiere, tenemos a Camille, una vampira que irrumpirá con fuerza en el mundo de las sombras y que, además, hará tambalear la relación entre Alec y Magnus. La presencia de Camille provocará que Alec comience a plantearse ciertos problemas a largo plazo en los que no había reflexionado hasta el momento y que la confianza en sí mismo y en su relación parezca desplomarse. Hablando de la trama, como ya he mencionado este libro ha sido muy aburrido. El ritmo era lento, era muy complicado avanzar porque no sucedía nada interesante y además los dramas absurdos entre Jace y Clary y sus respectivos comportamientos han sido un hándicap bastante acusado para poder disfrutar de la lectura. Como aliciente, el desarrollo en sí de los acontecimientos me ha parecido bastante absurdo y sin sentido y por primera vez he sentido que esa exhaustiva planificación que caracteriza a los libros de Cassandra Clare, donde todo encaja a la perfección y todo está conectado, ha fallado estrepitosamente, creando una trama ridícula que no había por dónde cogerla. Eso sí, los últimos capítulos han sido un cúmulo de emociones y, aunque sigo pensando que su ejecución es incoherente, por lo menos he vuelto a ver esa acción sobrecogedora que caracteriza a la saga, algo es algo. Por más que me duela decirlo, Ciudad de los ángeles caídos es un despropósito. Aunque tiene aspectos muy interesantes como la aparición de nuevos personajes, la profundización en otros que habían pasado desapercibidos en los libros anteriores o los aspectos referentes a la relación entre Alec y Magnus, eso no ha compensado sus múltiples defectos. Sin duda, de toda la saga este es la novela más floja. Enlace: https://notodoesfantasia.blo.. |
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