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El señor de las sombras es la esperada continuación de Lady Midnight, la nueva trilogía sobre los cazadores de sombras que Cassandra Clare está escribiendo. Siguiendo con la línea argumental de Lady Midnight, y con la narración en tercera persona a través de los diferentes personajes con los que nos vamos a tomar, El señor de las sombras empieza como casi siempre empieza un segundo libro o continuación para Cassandra Clare: lento, introductorio y usando esos primeros capítulos para recordarnos qué pasó en el libro anterior, desde dónde parte cada persona y como se encuentran las relaciones entre ellos. La verdad es que yo he agradecido que Clare nos hiciera memoria, ya que la mía lo había olvidado casi todo. Pero, a pesar de que hace tiempo que leí el primer libro, pronto me he vuelto a situar, y he sido capaz de seguir todo lo que ocurre sin líos, pérdidas y sin ningún tipo de otro problema. Para mi ha sido un libro en el que el ritmo se ha ido gestando entre escenas rápidas, llenas de tensión y peligro, a escenas algo más lentas, en las que casi no pasa nada, donde el desarrollo de los personajes, junto con las nuevas situaciones que aparecen, será lo más importante. Es decir, tenemos un libro en el que siempre va a estar pasando algo, cambiando de ritmo de vez en cuando para que el protagonismo también vaya cambiando de manos. Además, todo el mundo sabe lo fácil que Clare engancha en sus libros, ya sea metiendo giros argumentales inesperados, adentrándonos en sitios nuevos e interesantes que van a dar vida a la lectura, o dejándonos con el corazón un poco roto, o esos dichosos momentos que se cortan bruscamente dejándote con ganas de más, que harán que las páginas vayan pasando una detrás de la otra, que es lo que ha pasado con El señor de las sombras, un libro que necesita tiempo para ir arrancando, pero que deja momentos de todo tipo que nos mantiene en vilo y en alerta constante. Ha habido un par de cosas que me siguen gustando y mucho de estos libros. Lo primero es el desarrollo que tiene el mundo feérico en esta trilogía. A través de su saga principal, pudimos conocer de manera superficial el reino Seelie pero, desde Lady Midnight, estamos viendo un mundo de las hadas nuevo, original y trepidante. Para mí, que Clare haya usado nuevos elementos que le han dado a la trama ese toque peligroso, y que ha conducido realmente el argumento de este libro, me ha encantado. Conocer nuevos sitios, nuevas costumbres, nueva magia. Es algo que a mi me gusta, y Cassandra lo ha hecho muy bien en esta segunda parte. Después está el tema de los personajes, que siempre es un placer y un gustazo rodearse de personajes creados por la autora. Quienes hayan leído hasta ahora todos los libros de Cazadores de Sombras que existe, saben que es imposible no querer a estos personajes, formar parte de su vida, protegerlos y darles a achuchones y abrazos cada dos por tres. Clare es espléndida a la hora de crear personajes, cada uno con sus problemas, sus miedos, sus necesidades, pensamientos, sentimientos... Y ha sabido tratarlos y jugar con ellos, creando nuevas amistades, personajes para no olvidarlos, ha creado esos momentos prohibidos que tantas veces nos ha robado el aliento. Más adelante hablaré de algunos de los personajes a destacar aquí, pero son increíbles. No obstante, y desde mi punto de vista, El señor de las sombras ha tenido más fallos que aciertos, de ahí que me haya dejado fría. No sé si ha sido culpa del hype, que se venía fraguando antes de que el libro se publicase en España, y que ha sido constante una vez ha llegado, pero yo esperaba muchísimo más de esta continuación. En parte ha sido por la cantidad de escenas que hay, la mayoría de relleno y pura paja. Clare se podría haber ahorrado perfectamente 300 páginas para llegar hasta donde ha llegado al final. Muchas veces he sentido pesadez, como si no avanzara en la trama y eso ha sido, en parte, por la cantidad de cosas que pone y que nunca me habían dejado con esa sensación. Siempre he visto una Cassandra Clare que, aunque ponga muchas cosas, todas tiene su relevancia y su importancia al final. Pero aquí he notado que muchas escenas estaban forzadas, que tenían que pasar sí o sí, escenas sin sentido, por ahora, para la trama, porque se ha quedado en un aviso y ya, no ha vuelto a aparecer el tema. No sé si es que muchas de esas cosas las quiere aclarar en el siguiente libro, pero si a mi me cuentas una cosa, quiero que luego eso tenga sentido en ese libro que estoy leyendo, porque después no encuentro demasiada conexión. Otro problema que he vislumbrado es el personaje de Annabel. ¿No se supone que es la mala malísima de esta trilogía? Pues parece que, durante todo el libro, se ha ido de vacaciones. Fijaros lo que aparece que hasta me había olvidado de su personaje, ni me acordaba. A ver, Clare de mi corazón, me parece muy bien que quieras meter a otros villanos. Pero no dejes un final de Lady Midnight, que daba miedo solo con la última frase, pensando todo el mundo qué leches iba a hacer Annabel en este libro para que aparezca solo un poco al principio y al final para liar la traca. Que, por cierto, el final, me ha sabido a poco. Simplemente porque se veía venid lo que iba a pasar desde capítulos anteriores. Y yo esperaba un final que me dejara KO, en shock, mentalmente desorientada. Pero, salvo por una cosa que pasa, que ahí es verdad que me dio muchísima pena, lo demás ha sido muy normalito. Y es aquí donde os hablo de los personajes que, de nuevo, os digo que son de lo mejorcito. Empezamos por Julian, otro de mis hijos, que sufre mucho en este libro. Me ha dado penita, me han entrado ganas de entrar en el libro y llevármelo a casa. Luego pienso en su amor por Emma y me duele más a mí la separación. Ha dado un cambio brusco, se le ve más negativo, con un toque de oscuridad que no me hace demasiada gracia, sobre todo para el libro que está por venir. Creo que vamos a llorar todos. Luego está Emma, que también tiene su parte triste y dolorosa al tener esa maldita maldición sobre los parabatai en su mente todo el rato. A pesar de que tiene que luchas contra sus sentimientos, siempre se muestra fuerte, natural y fiel a sí misma, y me encanta de ella. Creo que es de vital importancia mencionar a Kit, un personaje que ha dado mucho de qué hablar. Seguro que aún tenemos que sorprendernos con él de aquí hacia adelante, y me ha encantado en este libro. Ha dado un cambio monumental, y cada vez se siente más cazador de sombras. Luego, mencionar a Ty y a Livvy, otra pareja de hermanos que han destacado en esta segunda parte y que han demostrado ser unos cazadores de sombras dignos. Y, la gran sorpresa, Diana, que hay algo alrededor suyo que me parece super importante y una gran labor por parte de la autora para integrar nuevos colectivos a la literatura juvenil. Ha sido una grata sorpresa que me ha dejado con la boca abierta, pero me ha gustado mucho. En conclusión, El señor de las Sombras tenía pinta de ser un libro de infarto que me ha sabido a poco. He disfrutado de algunas escenas, pero la otra parte de ellas me sobraban. Me ha faltado intensidad en algunas de ellas y, aunque los personajes y el mundo féerico salvan la historia, espero que Queen of Air and Darkness sea lo que esperaba ver de este libro. |
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