Me despertaré en Shibuya

Jana tiene un sueño, y es ir a Tokio, todo en su vida a girado en torno a la cultura nipona, un día cumple su sueño de visitar el país que la tiene cautivada, pero un día antes de volver desea nunca irse, y su deseo se cumple, por se divide en dos, la Jana que se regresa a su hogar y la que se queda atorada en Shibuya en un bucle que no le permite alejarse de ese barrio.
Bien la historia se cuenta en diferentes tiempos, empezando con la Jana joven, la atorada en Shibuya y la Jana que regreso y continuo con su vida, con 24 años y estudiante japonología.
La Jana joven nos cuenta cómo empezó su amor con la cultura japonesa, como empieza sus primeros estudios y como va planeando su viaje.
La Jana atrapada nos va mostrando como se tiene que ir adaptando a la vida al estar encerrada en Shibuya, sin que nadie la pueda ver, estudiando la cultura y el lenguaje.
Por último, la Jana universitaria comienza a trabajar en su tesis, y se enfoca en un autor, Kawashita, quien tiene unos cuantos cuentos de índole detectivesco, desafortunadamente no hay tanto información de dicho autor, aunque contara con la ayuda de un estudiante, Klima, quien es mayor que ella y con el que empezara a desarrollar una estrecha relación, mientras van averiguando más de la vida y muerte del autor.
Al estar dividido en 3 partes, es algo difícil de leer, porque de la nada cambia los tiempos y la narración, así que al inicio me costó mucho poder entender en qué punto estaba la historia, además de que estaba un poco tedioso, pero avanzando la historia se pone muy buena, aunque siento que me quedo a deber con el final.

Solo merecen la pena los dibujos, y encima son pocos.
La sinopsis dista mucho de ser parecida al auténtico contenido del libro, que es aburrido y tedioso, con narradores que cambian sin avisar y situaciones repetitivas sin gracia ni enganche. Por no hablar del final, que no tiene sentido alguno.