Yo que soy muy dada a los dramas de vez en cuando necesito algo que me dé un respiro, y esta historia ha sido perfecta. Fresca, sencilla, divertida y muy entrañable, y además llena de libros, ¿qué más se puede pedir? El señor Mifflin es el propietario de una librería ambulante, una especie de carromato con el que va recorriendo pueblecitos de Estados Unidos llevando libros a granjas y villas donde no tienen acceso a ellos. Pero un día decide que ha llegado el momento de venderlo y una casualidad hace que sea Hellen, una mujer de casi 40 años cansada de su vida dedicada a la granja y su hermano, quien decida quedarse con él. A partir de ahí seguimos a los dos personajes, que no pueden ser más entrañables, en sus aventuras con la librería ambulante. Si buscáis algo que os distraiga, os saque una sonrisa y os deje con buen sabor de boca os lo recomiendo mucho. |