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Crítica de Inquilinas_Netherfield


Inquilinas_Netherfield
28 November 2021
Entramos en el año 1935, y con Tragedia en tres actos volvemos a acompañar a Poirot (en su undécima aparición en el mundo de la literatura), aunque de una manera bastante diferente a la habitual. Y además aparece solo, así que debemos suponer que Hastings se ha dado cuenta de que está casado y estará en su rancho de Argentina (o no, a saber... en cualquier caso no se le nombra en todo el libro).

El libro comienza en Nido de Cuervos, la villa en la que tendrá lugar la muerte que da comienzo al misterio. La casa es propiedad de Charles Cartwright, un atractivo actor de mediana edad que huye a este lugar cuando quiere escapar del mundanal ruido. A la mesa de la cena que tiene lugar esa noche se sientan trece invitados, entre los que se encuentran vecinos del pueblo y amigos personales del propio Charles... además de Hércules Poirot (cuya presencia se antoja un tanto peregrina porque no parece conocer a nadie y tampoco se explica cómo ha surgido la ocasión de ser invitado...) Anyway, Poirot está en la cena y también está Mr. Satterthwaite. ¿Os suena su nombre? ¿No? Pues ya os he hablado de él en este reto de Agatha Christie. Luego os refresco la memoria que toca seguir hablando de lo que ocurre en el libro. El caso es que tras ingerir una de las bebidas que se ofrecen durante la cena, cae fulminado (y muerto) uno de los invitados. Parece bastante improbable envenenar a alguien intencionadamente usando un cóctel que está entre otras muchas bebidas en una bandeja. Será un ataque al corazón, ¿no? Porque no hay nada que demuestre que no ha sido muerte natural... hasta que empieza a morir más gente, y la certeza de que están siendo asesinados hace que comience la investigación de verdad.

Lo primero es lo primero, os mencionaba arriba al señor Satterthwaite, de quien os hablé hace ahora un año en la reseña de El enigmático Mr. Quin, el libro de relatos de Agatha Christie que más se aleja de los parámetros habituales de su obra al introducir elementos sobrenaturales. Satterthwaite era el protagonista de esos relatos, un adinerado hombre de mediana edad que no se perdía una sola fiesta, mecenas de las artes y muy observador. No sabía que este personaje aparecía en otras novelas de la Christie y me he llevado toda una sorpresa (siempre lo digo, pero para esto sirve leer la bibliografía en orden... de otro modo seguramente nunca hubiera recordado el nombre o hecho la asociación entre los dos libros).

Así pues tenemos a dos investigadores sobre la mesa, Poirot y Satterthwaite. Y aquí es donde viene la peculiaridad del papel de Poirot en este libro, porque durante buena parte de la historia él no aparece o permanece en un plano totalmente secundario, sustituyéndolo en la investigación Satterthwaite junto a algunos de los invitados a la cena inicial; solo al final, para darle colofón a la historia y hacer su habitual reunión descubreculpables, coge él las riendas. Me explico mejor.

El título de Tragedia en tres actos no es casual y reproduce a la perfección el modo en que está dividida la narración: tenemos un primer acto (titulado Sospecha), en el que muere una persona, se sospecha de asesinato pero no no hay nada que pueda probarlo y se establece que ha sido muerte natural (aquí aparece Poirot de manera totalmente testimonial y sin que el lector sepa muy bien qué hace ahí); un segundo acto (titulado Certeza) en el que otro de los invitados a la primera cena muere en su propia fiesta, pero en esta ocasión se dictamina muerte por envenenamiento de nicotina... además, a excepción de Poirot, los invitados eran los mismos en ambas reuniones, y ya empieza a oler todo a chamusquina (Poirot no aparece en este acto); y un tercer acto (titulado Aclaración), en el que todo se resuelve, Poirot se hace cargo del caso... y sí, muere más gente. Pero, como ya supondréis, hasta aquí puedo leer.

Es decir, el primer acto sirve como arranque para la trama, en el segundo comienza la investigación en serio llevada a cabo por Satterthwaite ayudado por otras tres personas, y el tercer acto es el que requiere de Poirot para deshacer el entuerto. Si os digo la verdad no he llegado a entender por qué Agatha hizo uso de dos personajes protagonistas de anteriores libros para resolver la trama. Si tienes a Poirot, ¿para qué usas a Satterthwaite durante medio libro y aparcas a Poirot hasta el final? Es que su mera presencia en la cena inicial no se explica... es como si este libro hubiese sido escrito para Satterthwaite, no le hubiese cuadrado cómo terminar la investigación con él al frente y hubiese decidido meter a Poirot para resolver el entuerto introduciéndolo al principio porque sí (y al final porque también xD).

De todos modos, aunque la estructura del libro me ha parecido rara en cuanto al uso de los personajes, el libro me ha gustado mucho, y aunque he adivinado la identidad del asesino con antelación, las motivaciones son otro cantar. La escena final, las dos ultimísimas líneas, me han parecido geniales por el sentido del humor que derrocha Agatha a la hora de dar vida a Poirot. Genio y figura... te saca la sonrisa aunque no quieras. Y ya que estamos, la vida que se pega la gente en los libros de la Christie es de envidiar: cuando no están de vacaciones en cualquier parte de Europa están invitados a cenar en una villa de Cornualles o a una fiesta en la campiña de Yorkshire, y entre medias se dedican a no hacer nada (que no quieran hacer) y vivir sin preocupaciones. Quiero ser prota de un libro de la Christie... pero de las que llegan vivitas y coleando al final de la trama, of course :)

Enlace: http://inquilinasnetherfield..
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