-¡Ah, magnífico! - le comentó Mrs. Harmon a su marido, el reverendo Julian Harmon, mientras desayunaban-. Va a haber un asesinato en casa de miss Blacklock. -¿Un asesinato? - murmuró el marido con cierta sorpresa - ¿Cuándo? - Esta tarde a las seis y media. Oh, ¡qué mala suerte, querido! ¡A esa hora tienes los preparativos para la confirmación! No hay derecho ¡Con lo que a ti te gustan los asesinatos! |