InicioMis librosAñadir libros
Descubrir
LibrosAutoresLectoresCríticasCitasListasTest
>

Crítica de Inquilinas_Netherfield


Inquilinas_Netherfield
14 August 2020
Bueno, bueno... parecía que no iba a llegar nunca, pero ya está aquí, ya llegó, ¡por fin vemos a señorita Marple en acción! Tras once libros y la creación de Hercule Poirot, el superintendente Battle y el matrimonio Beresford como sus investigadores principales, por fin le tocó el turno a Jane Marple, la anciana más avispada de St. Mary Mead. Muerte en la vicaría ha sido un relectura pero hacía años que no me acercaba a ella y admito que había olvidado detalles como la, en realidad, escasa presencia testimonial en lo que a páginas se refiere de esta detective aficionada... pero no adelanto acontecimientos.

El narrador de la historia (en primera persona) es Leonard Clement, el propio pastor de la vicaría donde se comete el asesinato. Antes de llegar al momento de esa muerte, se toma su tiempo para presentarnos a todos los habitantes de St. Mary Mead que de un modo u otro toman parte en los sucesos o serán considerados sospechosos más adelante a lo largo de la narración. ¿El fallecido? Pues lo revela la sinopsis en la primera línea, pero por si hacéis como yo y no las leéis, aquí no pienso decirlo (de todos modos resulta bastante obvia su identidad a poco que empecéis a leer el libro y conozcáis a los personajes). El caso es que hay cosas que no cuadran, sobre todo las relacionadas con la hora de la muerte, lo que impide verificar coartadas y posibilita que la sospecha baile de un vecino a otro. La única que parece tenerlo claro es miss Marple, cuya casa está justo al lado de la vicaría y no se le escapa nada. Desde el principio dice que, aunque existen siete sospechosos con motivos para el asesinato, cree saber quien es el asesino aunque no pueda probarlo. Pa'chula, ella. Un poco sabihonda la viejecilla cotilla esta, ¿no? Que se lo pregunten a los encargados de la investigación.

Esta no es la primera vez que aparece el pueblecito de St. Mary Mead en un libro de la Christie. En El misterio del tren azul, una de las protagonistas vivía allí, así que aunque no sabemos si ya lo tenía en mente en aquel momento o si simplemente decidió usarlo después, el caso es que este dato se me hubiese pasado totalmente por alto de no estar leyendo los libros en orden. Os parecerá una tontería, pero detalles nimios como este justifican la locura de leer los ochenta libros de esta buena mujer en orden.

Volviendo a Muerte en la vicaría, como habréis visto el narrador es uno de los personajes de la historia (la Christie hilando fino... no digo más) y él es realmente el protagonista durante todo el libro. No conocemos a Jane Marple hasta que ya se ha producido el asesinato; es solo un personaje secundario que aparece unas cuantas veces contadas para dejar claro que sospecha, que sabe más de lo que dice, que no le cuadran algunas cosas y que está dándole vueltas al tema... hasta el final, donde sí, se luce y resuelve el crimen. Vamos, que va haciendo avanzar la historia con sus apariciones pero en absoluto monopoliza la investigación como detective aficionada... picotea la trama, por así decirlo. Nada que ver con el omnipresente Poirot. Tampoco recordaba la opinión un tanto enconada que tienen los vecinos de ella en este primer libro. Gata vieja o gata desagradable son solo algunos de los cariñosos apelativos que le adjudican, aparte de que el narrador dice en varias ocasiones que es una vecina poco popular porque siempre tiene la razón. Esto que os pongo no lo dice el narrador, lo dice el inspector a cargo del caso, pero resume bien el sentir general :)

Más allá de eso conocemos a la Marple que se hará famosa, esa un tanto vanidosa que acostumbra a estar siempre en lo cierto, que ve y oye todo cuanto sucede a su alrededor y saca siempre conclusiones acertadas, que siente predilección por el estudio de la naturaleza humana, que considera que es prudente sospechar siempre de todo el mundo, que usa como arma la intuición (la intuición es como leer una palabra sin tener que deletrearla) y que, en definitiva, sin nada que hacer en ese apartado rincón del mundo, prefiere "estudiar" a la gente desde su jardín o con unos prismáticos antes que hacer calceta. Tiene suerte de que eso sirva para resolver asesinatos y que se le perdone que sea una vieja del visillo :) Honestamente, y sin tener nada que ver con todo lo que acabo de comentar, en este su primer libro, la señorita Marple no cala especialmente en el lector, no se hace querer... todavía no.

Datos que me apetece comentar. En la traducción se hacen un lío monumental con el tratamiento de miss y mistress, lo utilizan varias veces al revés; se nombra a Chesterton y eso siempre es maravilloso (que se nombre a Sherlock Holmes era más de esperar); aparece un personaje que se apellida Hurst, como moi, así que eso ya lo hace maravilloso aunque tenga cuatro líneas y no pinte nada xD; también conocemos ya en este libro (no lo recordaba) al sobrino de miss Marple, el escritor Raymond West, que va de sobrado por la vida (define St. Mary Mead como una charca estancada); la visión que tiene el vicario del desempeño laboral de su criada, Mary, da un punto muy divertido a la historia, sobre todo porque lo cuenta con mucha ironía resignada; y, para terminar, en 1930 ya se consideraba una modernez lo de escribir poesía sin usar nunca mayúsculas (lo que digo siempre, ya está todo inventado).

Sobre la investigación en sí misma poco os puedo contar porque no quiero revelar nada. Hay que estar muy al loro con el dichoso reloj porque toda la clave del caso radica en sus adelantos y retrasos y es fácil perder el hilo si no se está pendiente. Los personajes cumplen a la perfección su rol; como siempre suele pasar en este tipo de historias, todos tienen algo que esconder, la clave está en averiguar si esos secretillos son relevantes para la resolución del crimen o no lo son. En cuanto a la identidad del culpable, yo ya la conocía al ser relectura, pero no creo que sea fácil descubrirlo la primera vez que se lee la novela (lo dicho... creo).

A todo esto, no creáis que Agatha Christie se lanzó a escribir un libro tras otro de miss Marple, tal y como hizo por ejemplo con Poirot. le costó mucho darle espacio a este personaje, lo que no deja de sorprender visto lo querido que es por sus lectores. Muerte en la vicaría se publicó en 1930, apareció un libro de relatos suyos en 1932 (Miss Marple y trece problemas), un solo relato suelto en Problema en Pollensa (1939), pero ya no se volvió a saber más de ella protagonizando una novela hasta 1942 con Un cadáver en la biblioteca, doce años (y veintiséis publicaciones de la autora de por medio) después de su primera aparición. Así que salvo ese libro de relatos que os traeré seguramente a finales de este año o principios del que viene (si todo va bien, que este año no soy muy de fiar en cuanto a constancia), no volveréis a ver a Jane Marple por aquí hasta... a saber. Pero serán muchos años. Muchos, muchos :)

Enlace: https://inquilinasnetherfiel..
Comentar  Me gusta         40



Comprar este libro en papel, epub, pdf en

Amazon ESAgapeaCasa del libro
Apreciaron esta crítica ()(4)ver más