Tengo dos cosas claras en la vida: que si entro en un sitio y está Hercules Poirot, alguien de esa sala va a morir; y que si me monto en un avión con el reparto de Lost, tengo que bajar de ese avión. La única pega que le pongo a los libros de Agatha Christie es que Poirot sea tan gafe. A donde quiera que vaya suceden asesinatos inexplicables. En esta ocasión se va de vacaciones a Egipto y se monta la fiesta. La novela no me ha gustado tanto como otras de la autora ya que la mitad del libro es para poner en situación al lector en cuanto a las relaciones sentimentales, económicas y sociales de los protagonistas. Y cuando ocurre lo interesante apenas es el último tercio de la historia. Pero sigue siendo una novela muy bien escrita como todo lo de Christie. |