Las manzanas

Es difícil comprenderlo pero uno de los grandes
consuelos de este mundo es que un hombre, por poco agraciado que sea descubra que es
atractivo, incluso locamente atractivo, para algunas mujeres.

Los viejos pecados tienen largas sombras - citó Poirot -. A medida que avanzamos en la vida vamos comprendiendo la verdad de ese dicho.

Hercule Poirot miró con interés el rostro de Mrs. Goodboy. Era desde luego el modelo perfecto para una bruja. El hecho de que dichos rasgos fueran acompañados de un carácter muy amable y bondadoso, no disipaba. La mujer habló gustosamente de la fiesta y de su participación.
- Sí, claro que estuve, siempre hago el papel de bruja en las fiestas del pueblo.

¿Sabe usted qué es lo que me recuerda su persona? - inquirió la señora Oliver -. Pues un computador. Se está usted programando a sí mismo. Usted, amigo Poirot, no cesa de asimilar cosas y más cosas, dedicándose luego a esperar para ver qué es loque sale de todo.

A las personas se las mata para
obtener alguna ganancia, o por miedo o amor.

Es que en la actualidad casi
todos los delitos y crímenes
son obra de jóvenes, personas
que no saben nuy bien lo que
hacen, que buscan venganzas
ridículas, que tienen un
institinto primitivo para la
destrucción.