No soy de mucho leer obras de teatro o guiones, pero algunas veces hago alguna excepción, y Agatha Christie merecía ser es excepción, una gran decisión sin duda. Debo decir que a esta mujer le gusta mucho confundirnos y hacernos creer en las situaciones limites, como pasa en la vida real, que cualquiera puede ser el asesino. Esta obra se diferencia de diez negritos por varios factores, ya sea por el numero de personajes, muertes o desarrollo, pero guarda la misma esencia diría yo, misma situación de aislamiento y que uno puede ser el asesino de todos los presentes. Me olía alguna cosa en algunos momento de la obra, pero como me ha pasado con el anterior libro que leí de esta mujer, me sorprendió gratamente el final. Se podría decir que en su comparación con diez negritos esta acaba muchísimo más alegre. Si algún día tengo la ocasión de poder ver la obra en forma de teatral, no dudare en ir a verla. |