Inocencia trágica

Libro del estilo habitual de la autora, con una familia y una casa donde se ha cometido un asesinato. Pero con la variedad de que el asesinato se produjo hace dos años y ahora se sabe que el supuesto culpable era en realidad inocente. A pesar de no salir ningún detective habitual, me ha gustado mucho y por primera vez desde hace mucho he adivinado al asesino aunque no sus motivaciones.

Al recobrar la memoria el doctor Arthur Calgary, se entera que podría salvado la vida de un inocente: Jacko Argyle fue acusado de asesinar a su madre, pero el doctor sabe que, en la hora del supuesto asesinato, el joven Argyle se encontraba con él. La culpabilidad lo consume porque, además, se entera de que el joven murió en prisión. Decide ir a hablar con la familia y certificar la inocencia de su hijo, pero no es consciente de que eso acarrea un problema: si Jacko no fue el asesino… ¿quién de los hijos lo es?
«Inocencia trágica» no cuenta con Hércules Poirot, el detective belga más famoso de todos los tiempos, ni con ninguno de los personajes habituales en las historias de Christie. Se trata de una pequeña obra maestra donde el enfoque psicológico lo es todo y donde se afirma que, también a veces, se es culpable de inocencia.

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Me ha gustado mucho esta novela de Agatha, aunque ha sido una relectura la he disfrutado mucho, a pesar de que a partir de cierto punto, me he acordado de quien era el asesino, aunque no me acordaba de sus motivaciones.

La trama de la novela comienza cuando el doctor Calgary, descubre que podía haber evitado que un joven hubiese ido a la cárcel, por ser su coartada, en el famoso juicio contra Jacko Argyle por haber asesinado a su madre, pero también descubre que el joven Jacko murió pocos meses después en la cárcel.

Entonces decide contarle estas circunstancias a la familia del joven, la reacción de la familia de Jacko no es la que el doctor esperaba, y al poco tiempo, se da cuenta de que les ha hecho más perjuicio que beneficio, como consecuencia de ello se reabre el caso y el doctor Calgary decide investigar para averiguar la verdad.

Hacia como un año y medio que no leía nada de Agatha Christie. No me había percatado de cuanto la echaba de menos hasta que me he puesto manos a la obra con este libro, y esta lectura me ha recordado porque me hace tanto bien las obras de esta mujer y porque la disfruto tanto, tantísimo. En serio, pocos autores lo logran como ella, sus libros siempre consiguen atraparme de la primera a la última linea, tenerme en tensión cada vez que paso la pagina por saber que se va a descubrir o que va a pasar, y hacer que me explote la cabeza de las cábalas que me monto. Leerla suponen nervios, pero nervios de los buenos, de los que se disfrutan y hacen que la lectura se convierta en algo absorbente y apasionante. Increíble que se logre todo eso con tramas que a priori parecen muy simples, pero que según vas escarbando resultan más complejas.

En concreto, la novela que nos ocupa “Inocencia Trágica”, era una de las que más ganas tenía de leer, porque quería hacerlo antes de ver la miniserie que hicieron sobre ella en 2018, y que tiene muy (pero que muy) buena pinta. En esta ocasión, Christie se introduce en una historia que trata sobre el pasado y los rencores y las relaciones familiares. El núcleo de la historia es el asesinato de la millonaria filántropa Rachel Argyle, del cuál fue acusado uno de sus hijos adoptivos, Jacko, quien por ello fue llevado a la cárcel, donde fallece de neumonía. Recién llegado de una expedición en el Antártico, el doctor Arthur Calgary interrumpirá en la vida de la familia Argyle dos años después de la tragedia, con una información que prueba la inocencia de Jacko. A partir de ahí empezara el calvario para una familia que ya había pasado página, enfrentada a la posibilidad de albergar a un asesino que se esconde en las sombras.

En esta ocasión no aparecen los dos personajes más importantes y conocidos de la autora, Hercules Poirot y la señorita Marple (Por cierto, hace muchos años que no leo una novela protagonizada por esta entrañable mujer. En la próxima que lea de Christie tiene que salir ella si o sí). Ágata no los necesita esta vez para crear una historia llena de tensión que se puede cortar con un cuchillo y en la que no hay ninguna figura investigadora propiamente dicha. Y con un giro en sus últimas páginas que lo pone todo patas arriba y que deja con la boca abierta al lector. Tengo que reconocer que a lo largo de la mayor parte de la lectura me estaba devanando los sesos buscando al posible culpable. Hay veces en que esto lo percibo muy rápidamente. Pero en esta ocasión la tía Agatha me ha tenido prácticamente en la inopia hasta casi el final. Y digo esto porque tengo que reconocer que en las últimas 25 páginas ya me empecé a oler cómo era el percal, adivinando la resolución del misterio y quien era el asesino. de todas formas, me quedo con lo que ya he dicho antes, que durante la mayor parte de la lectura estuve sin pillarlo y sospechando de todos y cada uno de los posibles culpables. Normalmente, en la mayoría de los libros que leído de Agatha Christie siempre hay uno o dos sospechosos a los que descarto muy fácilmente, pero en esta ocasión tenía mis dudas de todos y cada uno de ellos.

Si hay algo que me ha llamado la atención en está ocasión es que la narración no se centra tanto en desentrañar el misterio y en la consecución de pistas que lleven hacia el culpable, como en las propias personalidades y motivaciones de cada uno de los miembros de la familia Argyle para haber cometido el crimen, en las relaciones entre ellos, y en como cada uno de ellos sospecha de cualquier otro familiar. Creo que nunca una obra de Christie tuvo tanto de drama familiar como esta novela, y ello la hace la novela más diferente a todas las que he leído de la indiscutible reina del crimen. La capacidad de la autora para crear ambientaciones de aspecto sencillo y plácido, y otorgar a sus personajes relaciones entre ellos muy complejas y personalidades más ricas de lo que pueden aparentar a simple vista, llega en esta novela a su máximo esplendor, con unos personajes impecablemente caracterizados. La forma en que la personalidad de la difunta Rachel Argyle y sus forma de ser y actuar en vida siguen resonando en su hogar y entre los miembros de su familia tenia algo que me recordaba a la Rebecca de Winter de la novela de du Maurier.

Pero, al mismo tiempo, y aunque insisto, la novela me ha encantado, no he podido evitar echar en falta que haya más de trabajo policial y de búsqueda de la asesino en esta historia. Ese elemento es lo que me falta para hacer de “Inocencia Trágica” una novela completamente redonda. Es más, durante la mayor parte de la lectura estaba convencida de que esta obra iba a entrar de lleno en mi Top de libros preferidos de Agatha Christie. Y tengo que decir que aunque me haya gustado mucho, no estoy segura del todo de que vaya a pasar como una de mis preferidas. Desde luego es una obra que no tiene desperdicio, una de las más diferentes de todas las que escribió una de las escritoras más celebres de la historia, y me ha resultado una lectura trepidante, absorbente y muy especial. Pero me falta ese punto y me sobra algo de introspección por parte de los personajes y sus motivaciones para que sea un auténtico tráiler perfecto. Pero de todas formas, lo dicho: es una estupenda novela de Agatha Christie, y a nivel narrativo y de ambientación, probablemente una de las mejores que nos ha legado.

Una mansión, una mujer asesinada. Todo indica que fué uno de sus hijos adoptivos y que lo hizo por dinero.
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Es juzgado y sentenciado por asesinato pero, aunque tenía una coartada, no ha podido demostrarla. El supuesto conductor del coche que lo recogió la noche de autos haciendo autostop no ha aparecido.
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18 meses después, cuando el joven ha muerto en prisión a causa de una neumonía, aparece un hombre y dice que él era ese conductor; por tanto el chico no es el asesino y a partir de aquí el resto de la familia comienza a ser sospechosa.
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No hay dudas sobre que fue uno de ellos pero quién. Pero aquí no hay ningún detective famoso ni ninguna señora súper lista para resolver la cuestión, así que ¿cómo averiguar el quién y él cómo sin pistas nuevas?
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Como siempre todos y cada uno de mis candidatos a asesino han resultado ser inocentes y Ágatha me lo ha vuelto a colar 😇😄😄. Eso sí, en esta ocasión me he dicho a mí misma "¡era tan evidente!" como no lo he visto venir ... las pistas estaban ahí... no tengo futuro como inspectora de homicidios. Decididamente no.
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Ágatha nunca decepciona.

Esta es la segunda novela de Agatha Christie que leo y debo reconocer que me ha vuelto a dejar fascinado. Es increíble el talento de esta autora para crear tramas tan peculiares y, sobre todo, dar unos giros de guión brutales que no te ves venir, por lo menos en esta novela.

La trama es muy original, y aunque no avanza de manera frenética (como pasa en “Diez negritos”), la prosa del autora y los personajes tan característicos te mantienen enganchado y no quieres dejar de leer.

Lo que mas me ha gustado, sin duda, es la cantidad de pistas falsas que ha dejado durante toda la novela, y que literalmente pasan inadvertidas hasta que llegas al final y te das cuenta de que ahí estaban.

El final, increíble, no lo vi venir por ningún lado, me dejó a cuadros y me confirmó una vez más el por qué Agatha Christie es la dama del crimen.

A rasgos generales, es una novela muy entretenida, fácil de leer, y adictiva. Aunque la trama avance algo lenta no aburre en absoluto, te mantiene con intriga y curiosidad. Esto último sumado a unos personajes muy carismáticos y singulares, hacen de esta novela una lectura imprescindible para los amantes del género.

Jacko Argly fue declarado culpable por la muerte de su madre al no poder conseguir probar su coartada en el momento en el que se produjo el asesinato. Pero dos años después aparece un hombre que afirma que puede demostrar la inocencia de Jacko, lo que producirá un gran golpe para los Argly pues todo parece indicar que el crimen pudo ser cometido por alguien de la familia.

En Inocencia trágicaAgatha Christie crea una atmósfera opresiva y donde todos los personajes muestran una desconfianza y alerta constante dentro de su propio hogar y con su familia porque aunque nadie tenía motivos para asesinar a Rachel Argly todos esconden secretos que iremos descubriendo poco a poco, haciéndonos reflexionar sobre lo poco que podemos llegar a conocer de las personas que nos rodean.

Además se tratan otros temas muy interesantes como por ejemplo, si la maldad es algo intrínseco en la persona, o como se puede “justificar” un crimen si la persona que lo comete es considerada como un loco o un enfermo.

El final y la resolución del caso también me ha gustado mucho porque a pesar de la cantidad de pistas falsas que se van creando a lo largo de la historia, es muy coherente con el desarrollo general tanto de la trama como de los personajes.

Pero hay cosas que me han molestado un poco y son algunos comentarios que se realizan con respecto a las mujeres y la maternidad. Se deja bastante claro que las mujeres son perversas y vengativas por naturaleza y que el tener hijos biológicos jamás podrá ser igual que la adopción pues ese tipo de maternidad nunca será completa y satisfactoria para la madre.
Y aunque sé que la novela se escribió a finales de los cincuenta esos comentarios me fastidiaron un poco la lectura e hicieron que no le diera una nota mayor aunque (por ahora) sea una de las novelas que más he disfrutado de la autora.

Desisto. Es imposible pillar a esta mujer y adelantarte a sus pasos. Me he llevado todo el libro pensando que este me gustaría menos que los demás, porque creía saber la solución y me parecía muy obvia. Tenía la idea de que ya le había cogido el punto y había ido viendo donde ponía las pistas. Pero para nada. Como siempre me he vuelto a quedar impactado con el final y no tenía nada que ver con lo que yo creía. Y lo fuerte es que siempre deja pistas. No se las saca de la manga al final. Y nunca las veo. Esta mujer es increíble.

En cuanto a la novela, nos encontramos una nueva historia sin Poirot o Miss Marple en la que el investigación por el asesinato de un mujer, será reabierta cuando se descubra que su hijo, declarado culpable, no fue su asesino. Como siempre mucho misterio, muchos sospechosos y un final inesperado. Agatha siempre será la reina indiscutible. Nadie la desbancará.

Libro autoconclusivo dónde no aparece ninguno de los detectives creados por la autora. Asesinan a la matriarca de una familia y el culpable directo es uno de sus hijos. Como tal es condenado ya que la cuartada que tenía preparada no tenía valor, y seis meses después muere en la cárcel. A los dos años de lo ocurrido aparece un hombre verificando la cuartada de este hijo y comienzan los problemas de nuevo, ya que en vez de recibir está noticia con alegría, empiezan a sospechar todos de todos, y es aquí cuando empieza esta magnífica historia...

Hace unos meses que me animé a leer las novelas de la famosa escritora Agatha Christie. Después de ese primer contacto con la reina del crimen, sin duda me quedé con ganas de conocer algunas más de sus historias.

Me alegro de poder traeros, por aquí, la reseña de otro de sus libros. En este caso de “Inocencia trágica”.

Después de que Rachel Argyle fuese asesinada, la policía concluyó que detrás del crimen no podría estar nadie más que Jack, su hijo adoptivo. Fue el último que estuvo con la víctima y encima la amenazó por no darle dinero cuando se lo pidió. A pesar de declararse inocente, nadie pudo confirmar su coartada. Por esti fue condenado a pasar unos meses en la cárcel.

Lo que nadie sabía es que 18 meses después, aparecería Arthur Calgary para confirmar la coartada de Jack, que había fallecido hacia ya unos meses, por neumonía en la cárcel.

Un hombre inocente ha sido culpado. Pero lo más importante es que el verdadero asesino sigue suelto. Ningún miembro de la familia está libre de sospecha.

Cuando empecé a leer este libro, no pude evitar acordarme del famoso juego del Cluedo. Una habitación cerrada y un montón de sospechosos a los que investigar. Cualquiera podría ser el culpable.

Pero esta vez tendremos la dificultad de que han pasado 18 meses desde la muerte de la víctima, las pruebas se han perdido. Y lo más importante, puede que el asesino ya no se encuentre en ese lugar y haya huido al presentarse la oportunidad.

Mi primera pregunta fue ¿Quién se encargará de este caso? Será Miss Marple o Hercules Poirot. Después de conocer a Miss Marple en “Se anuncia un asesinato” esperaba encontrarme aquí con Hercules Poirot, el otro protagonista de las novelas de Agatha. Pero para mi sorpresa, en este caso, no aparecerá ninguno de los dos investigadores. Arthur Calgary será el encargado de dar luz a este misterio.

Una vez que Agatha nos introduce en la historia, te enganchas sin darte cuenta a la novela. Empiezas a conocer a los personajes y es que de verdad que no puedes fiarte de nadie ya que, aunque todos parecen buena gente, con el paso de las hojas, vas viendo que cada uno esconde algo detrás. Amantes, herencias, secretos... lo típico de las familias ricas ¿no?

Me encanta como la autora lo hila todo de una manera tan meticulosa y elaborada que hace que llegues a pensar, muchas veces, que ya sabes quién está detrás de todo. Pero, de repente, te introduce un pequeño giro en la trama que te hace volver a dudar de todo lo que habías pensado y planteado. Es impresionante la de hipótesis que he tenido con esta historia para luego descubrir que ninguna era la verdadera.

Adoro que los thrillers consigan bombardearme así la cabeza. Y esta mujer lo hace, sin duda, a lo grande. Utiliza una trama muy sencilla y nos hace dudar con cada paso que damos. Literalmente, no te puedes fiar ni de tu sombra.

El final sin duda me ha sorprendido. No me lo esperaba para nada. Ya lo decían por ahí “siempre es quien menos te esperas” y asi ha sido.

Cada vez que leo este tipo de libros me planteo hasta donde podemos llegar a veces para conseguir un objetivo. El ser humano nunca dejará de sorprenderme.

Como curiosidad, deciros que estoy enamorada de las reediciones que está sacando Planeta de las novelas de Agatha. Si la anterior novela era de color rosa, esta es de color naranja. Me encanta lo bonitas que quedan en la estantería. Pronto tendré un pequeño arcoíris del crimen en la habitación.

Espero que en la próxima novela que lea de Agatha Christie por fin pueda encontrarme con Hércules Poirot. Tengo mucha curiosidad y me muero de ganas de conocerle.

En conclusión, os recomiendo muchísimo a esta autora si buscáis novelas de misterio, cortas, sencillas y entretenidas. No os decepcionarán. Y si sois amantes de los crímenes, os reto a que descubráis al asesino antes del gran final.
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