El testigo mudo

Todo comienza con la señorita Arundell, una rica anciana solterona a quien sus sobrinos desean ver muerta para poder obtener su herencia y así satisfacer sus caprichos económicos. Cuando sufre un accidente al caer por las escaleras, todos lo achacan a la pelota de goma con la que Bob, su perro, le encanta jugar a los pies de la escalera del primer piso. Pero la anciana desconfía, y piensa que han tratado de asesinarla, por ello un 17 de abril escribe una carta a Poirot solicitando su ayuda y comentando sus sospechas, pero este no la recibe, misteriosamente, hasta el 28 de junio, fecha en la que la señorita Arundell lleva casi dos meses muerta.

De esta forma Poirot y su compañero Hastings viajan hasta Little Greenhouse para desentrañar los acontecimientos de este extraño caso, pues aunque todos afirman que la anciana ha muerto de causas naturales debido a una enfermedad hepática que sufre durante años, según el audaz detective hay indicios de un asesinato, de forma que comienza su investigación interrogando a los diferentes sospechosos: la señorita Lawson, dama de compañía a quien la anciana lega toda su fortuna; los hermanos Charles y Theresa, quienes llevan una vida de despilfarros y fiestas, el Dr Donaldson necesitado de recursos económicos para llevar a cabo su proyecto médico o el matrimonio Tanios formado por Bella y un extranjero de quien todos en la familia desconfían.

¿La habrá asesinado la señorita Lawson, porque sabía que iba a ser la única heredera? ¿Serán Charles y Theresa, para seguir con sus extravagancias? ¿El Dr Donaldson para lograr el éxito en su carrera o Bella y su marido para no tener preocupaciones económicas? ¿Y de verdad ha sido la pelota del perrito Bob la causa de esa caída tan desafortunada?