El misterioso caso de Styles

¡Qué difícil que es reseñar una novela policial! El riesgo de spoiler se vuelve demasiado alto, pero haré mi mejor esfuerzo.
En primer lugar tengo que decir que el libro me sorprendió gratamente, ya que no soy de leer novelas policiales. Es más, nunca había leído a Agatha Christie. Sí me gusta mucho ver series policiales, pero no sé si soy demasiado perezosa para intentar dilucidar el misterio o demasiado ansiosa como para esperar que el autor decida revelarlo cuando se trata de libros.
Sin embargo, “El misterioso caso…” me atrapó mucho, lo leí todo en tres días. La autora logró engancharme de una manera inesperada, y yo pasaba página tras página, ansiosa por encontrar una pista que me revelara el misterio. Y muchas veces me enojaba con el detective Poirot, que parecía burlarse en mi cara de que él sabía quién era el asesino y yo no. Algunas cosas relativas a la época en que fue escrito (1920) me resultaban extrañas, como el papel de las mujeres y de los hombres en la sociedad y las interacciones entre ellos, por ejemplo, pero eso no impedía el placer de leer una obra muy bien escrita.
Bueno, no voy a entrar en detalles de análisis más profundo de un género que no es habitual para mí. Eso se lo dejo a lectores más capaces como el mencionado pero sí voy a decir que es un libro genial, que me sacó de mi zona de confort (la fantasía y la ciencia ficción, obviamente) de una manera muy agradable, y que me enseñó a dominar mi impaciencia.
(Y me muero por contarles por qué me gustó tanto, pero eso sería terrible spoiler. Tendrán que leerlo)
*SINOPSIS
Hastings ha regresado de la Primera Guerra Mundial y recibe una invitación para visitar a la familia Cavendish en Styles St Mary. Allí cerca se encuentra un grupo de refugiados belgas, y entre ellos está el viejo amigo de Hastings, el detective Hércules Poirot.
En Styles reina la tensión. Emily Inglethorp, viuda de Cavendish, tiene el control de la fortuna familiar, y recientemente se ha casado, para disgusto de sus hijastros, con Alfred Inglethorp, un hombre de pasado dudoso y veinte años menor que ella.
Una madrugada, todos en la casa se despiertan con los ruidos que vienen de la habitación de la señora Inglethorp. Cuando logran abrir la puerta, que estaba cerrada por dentro, la encuentran agonizando entre terribles convulsiones. La mujer grita el nombre de su marido y muere.
El examen post mortem revela envenenamiento con estricnina. Y Hastings pide ayuda para dilucidar el caso a su amigo detective.