Es el primer libro que leo de Poirot en el que se tiene que enfrentar a un asesino en serie que encima le reta porque le manda cartas diciéndole donde va a cometer el asesinato antes de cometerlos y para más información le dice con que letra empieza el apellido de la persona que va a asesinar y junto al cadáver deja una guía de ferrocarril. De nuevo vemos a Poirot en acción, que a mí es un personaje que me encanta, vemos su inteligencia, su maravillosa deducción de todo lo que ve y oye, como no se le escapa nada y cómo va hilando punto por punto hasta descubrir quién es el asesino. Una vez más no he descubierto quien era el asesino hasta el final, está autora consigue que no la pille nunca y me encanta aunque estoy algo picada y seguiré intentando pillarla con alguno de sus libros. Buena historia, me ha enganchado desde el principio, es muy entretenida, fácil de leer y que como todos sus libros te acaba sorprendiendo. |