El asesinato de Roger Ackroyd

Cuando después de leer “Diez negritos” y “La casa torcida” pensaba que Agatha Christie no conseguiría sorprenderme tanto con una novela, llega “El asesinato de Roger Ackroyd” a romper todos mis esquemas y dejarme con la boca abierta.

Ya había leído dos libros de Poirot, “El misterioso caso de Styles” y “Asesinato en el campo de golf” y aunque me gustaron mucho, no me sorprendieron demasiado. Pero en este caso, debo quitarme el sombrero ante esta novela. Una historia llena de secretos, mentiras, traiciones y un asesinato que esconde más de lo que parece.

La maestría con la que Agatha Christie va entretejiendo esta historia es sublime. Como cuida hasta el más mínimo detalle y como los relaciona con la trama es de una maestría que solo ella podía conseguir. Cómo en muchas novelas de Agatha Christie se nos presentan muchos personajes, todos ellos sospechosos o con algún tipo de móvil para asesinar a la víctima, pero será Hércules Poirot quien se encargue de encajar las piezas, descartar sospechosos y finalmente desvelar al verdadero asesino. Poirot en este libro destaca con creces. Cómo observa, como se fija en detalles en los que nadie más se fijaría y que pasan inadvertidos para muchos de nosotros, pero para él no, porque él es… ¡Hércules Poirot!

La trama me ha parecido sublime, con un inicio frenético, un desarrollo lleno de secretos que se irán desvelando y pistas que aunque parezcan absurdas tendrán su relevancia tarde o temprano, y un final… apoteósico. Desde mi punto de vista, concuerdo con lo que se dice de este libro: es uno de los mejores finales de Agatha Christie.
Durante toda la novela intenté sacar mis propias conclusiones y desvelar al asesino antes que Poirot, pero fracasé estrepitosamente, y en el fondo me alegra, porque lo que me ha sorprendido este libro y este final no está escrito. Esta novela ha conseguido desbancar a “Diez negritos” del primer puesto de mis libros favoritos de la dama del crimen.