«Diez negritos se fueron a cenar. Uno de ellos se asfixió y quedaron Nueve...». Así comienza esta siniestra canción de cuna que da nombre al libro y tendrá gran importancia en el desarrollo de la trama. Diez personas que nada tienen que ver entre sí reciben cartas firmadas por un tal Señor Owen, invitándoles a pasar unos días en la mansión que tiene en la isla del Negro. En la primera noche, durante la cena, y sin saber aún nada de su anfitrión, surge una voz de ultratumba que les acusa a cada uno de ser culpables de un crimen. Lo que se presentaba como unas estupendas vacaciones acaba por convertirse en una pesadilla en la que uno a uno los invitados irán apareciendo asesinados. La clave parece estar en una famosa canción de cuna... Con este libro me he estrenado por fin con Agatha Christie y me pregunto porqué he tardado tanto en hacerlo. Ha sido una lectura totalmente adictiva, me lo he bebido en dos días, y porque tenía responsabilidades ineludibles, que si no me lo ventilo en una tarde... Me ha enganchado desde la primera línea. Ha sido totalmente como jugar al Cluedo, intentando a cada paso resolver el misterio. Los personajes están muy bien perfilados, la narración mantiene la tensión en todo momento y el final ha sido totalmente inesperado. Altamente recomendable. |