Diez negritos

Hace unos minutos acabe de leer “Diez Negritos” y necesito dejar algo claro, es la gran historia que me prometieron, me va a costar bastante tratar de entender que los finales de la sublime Agatha Christie jamás serán ni la sombra de lo que cualquiera pueda imaginar. Página tras página, el lector se sumerge en el tenso ambiente que domina la isla, cada vez más palpable, mientras observa a los desgraciados protagonistas danzar en compañía a la muerte, al ritmo de una extraña nana infantil.

Esto es lo que debes saber si aun no lees el libro: Ocho personas muy distintas ente si, son convocadas a pasar las vacaciones a la gran isla del negro, lugar que lleva semanas ocupando los titulares, pues nadie conoce en cuestión quien es su verdadero propietario, aunque rumores sobran. Cada invitado muere de ganas por saber que encontrara, sin embargo, en el momento de su reunión saltan a la vista aspectos extraños dentro del asunto, como la discordancia en el tema de los anfitriones, y la ausencia de los mismos. Restándole importancia los ocho deciden disfrutar del banquete que les tenían servido, cuando una terrible voz salida de algún lugar revela los crímenes más atroces, los secretos mejor guardados, los pecados ocultos de todos los presentes, incluida la inocente pareja que hacia el cargo de servidumbre, y justo cuando las acusaciones terminan el primer comensal es asesinado.

La premisa por si sola es un tiro al piso, ¿Qué una novela con solo 10 personajes ambientada en una mansión sería tan famosa? Increíble, y es que maneja una narración tan pulida que logra aportar romanticismo a las escenas menos agradables. Contiene misterio en la dosis adecuada, rozando el exceso pero sin cruzar lo irritante (típico del genero y la autora), es una historia rica en historias, cada protagonista tiene algo suyo que contar (algo que ocultar no lo olviden), cada pequeño detalle representa un escalón al máximo desenlace y solo lo descubres una vez que conoces el final. Te dan ganas de nunca acabar la novela, mientras estas deseoso de saltar al epilogo para acallar la incertidumbre que te acompaña desde la primera parte, y cuando cierras la contraportada permaneces sentado en tu butacón, preguntándote como fuiste tan tonto para no ver lo que te bailaba en la narices. Adoro que los libros me den esta explosión de emociones.

Es un libro súper corto, solo que yo lo demore más de lo estimado para mi disfrute, y aunque maneja un lenguaje que en la actualidad se considera obsoleto es una lectura bastante sencilla. Esto es para los detectives natos, si son los vagos que le delegan todo el trabajo a Poirot busquen otro título de la misma autora, aquí todo depende de tus propias células grises, 100% recomendado.