Este libro es junto con La muerte de Lord Edgware mi favorito de la autora. Es cortito, por lo que es una lectura muy rápida y que te tiene totalmente enganchado página tras página. Los capítulos están narrados por diversos personajes. No se centra en ninguno, y vamos leyendo las cosas desde puntos de vista diferentes. Tenemos una historia con muchos personajes (y a la postre, sospechosos), pero son fáciles de identificar y cada uno tiene una personalidad marcada y diferente. Poco a poco, vamos conociendo más a fondo a cada personaje y descubriendo su historia. La historia es más complicada de lo que parece a priori, pero tampoco tanto como para no poder seguirla y entenderla. Las cosas van encajando, poco a poco. Quien investigará el caso esta vez, no serán ni Poirot ni Miss Marple, sino personajes de la propia novela, algo diferente a lo más normal en la autora. El final es genial. Sorprendente y gracias a el logramos darle sentido a todo, juntamos las piezas del rompecabezas y todo cobra sentido. |