Asesinato en la calle Hickory

Unos robos sin importancia en una residencia de estudiantes dan paso a un misterioso caso de asesinato. Otro caso a resolver por Poirot, aunque en este caso su protagonismo es menor.

La trama es interesante, entretenida, un sinfín de pistas sin sentido que al final van tomando forma; un conjunto de estudiantes cada cual más variopinto: la modosita, la puritana, el crápula, la americana, el estudioso, el cerebrito, …, especiado todo ello con los cameos de un par de estudiantes indios (de la India) en el típico papel de independentistas anti-sistema y de un estudiante africano, que ¡cómo no! es la nota simpática de la trama, en el papel del "negro simplón".

El libro en general me ha gustado, me ha resultado entretenido y me lo he leído en un plis-plas. Como siempre, chirría la actitud paternalista, en este caso hasta racista, que se ve cuando se trata de personajes fuera del estereotipo del inglés blanco, pero es de esperar para la época en que se escribió y la edad/educación de la autora.