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Nuestra protagonista Li Lan vive una vida relativamente humilde, después de que su familia, anteriormente rica, haya ido perdiendo esta riqueza al pasar los años. Estamos a finales del siglo XIX en Malasia, época en la que no había mejor futuro para una mujer que concertar un buen matrimonio con algún hombre bien posicionado. A Li Lan no le va a resultar fácil, a causa de esa falta de buen posicionamiento. Todo esto dará un giro cuando reciba una propuesta de matrimonio de una de las familias más ricas de Malaca, la región donde viven. ¿Cuál es el problema? El novio acaba de morir, y existe cierta tradición, poco habitual, que permite la unión de una pareja, aunque uno de ellos dos este muerto. Esta es la sinopsis, no desvelo nada de la trama. El caso es que el libro empieza pareciendo ir por un camino y acaba yendo por otro. No quiero entrar en detalles, para que no sé sepa bien porque camino va la trama, pero me ha gustado ver un personaje femenino que pasa de "damisela en apuros" a mujer fuerte que toma sus propias decisiones. Ha sido mi parte favorita. También he disfrutado mucho aprendiendo cosas de la cultura malaya, el gran mestizaje que hay con China, tanto que se crean hasta nuevas tradiciones y supersticiones. Y son estas supersticiones una parte fundamental de la historia, y la he disfrutado muchísimo. También vemos, aunque más sútilmente el choque de cultura con Occidente, ya que Malasia perteneció a Reino Unido hasta hace apenas unos 70 años. Para colmo, el final ma ha encantado. Sobre todo por encontrarlo tremendamente atípico en este tipo de novelas. Se nota que está escrita en 2013, y si llega a ser de hace más tiempo hubiera terminado de forma totalmente diferente. En definitiva, es de esos libros que además de aportarte una trama entretenida y disfrutable, te dan conocimientos en cuanto a otras culturas, que al menos para mí, son fascinantes. |
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