En la orilla

…el cielo acá es la ropa que te compras, las cremas de maquillaje, el frigorífico y lo que el frigorífico guarda, el auto para ir la trabajo o para sacar a los niños de paseo el domingo por la tarde, a la playa de Misent …

No hay otro cielo que ese amontonar cosas, y ese cielo cuesta dinero, el dinero es la llave del cielo, y eso produce desesperanza si no tienes los euros que te hacen falta para los pagos…

Puedes construirte en el marjal tu propio mundo fuera del mundo.

Suele ocurrir, le pasa a mucha gente, : cree que vive una situación provisional y lo que está es simplemente viviendo su vida, la que le ha caído o la que se ha buscado: Olba hasta el último aliento.