Medio sol amarillo

Chimamanda Ngozi nos muestra todo lo que ya conocemos de una guerra, pero en un territorio donde la pobreza ya era extrema antes de que las balas comenzaran a silbar.

Lo hace desde la resistencia y la clase acomodada, pero con una amplia visión del conflicto.

Etnias enfrentadas bajo el influjo de países como Inglaterra, que para variar, buscan la ganancia del pescador en el revuelto río.

Medio sol amarillo es una novela versátil, donde convive la crudeza de todo conflicto bélico, hambre, miseria, muerte y crueldad con el anhelo y la esperanza del nacimiento de una nueva nación, Biafra, de cuya existencia, lo poco transcendido lo hizo con la distorsión de los países desarrollados y sus facultativas informaciones.

La autora, además, nos regala una historia casi coral, de altas y bajas pasiones donde la mujer, habida cuenta de entorno y época, cobra un protagonismo enriquecedor, alejado del sometimiento, dando voz, pensamiento e intelecto, a quien casi nadie lo hizo, pero descartando heroicidades fuera de lugar.

Dos hermanas gemelas son las culpables, aquella que heredó la belleza, frente a la que no, con errores y aciertos y ambas, en todo caso, con una inmensa fuerza de voluntad.

El libro cuenta con otros grandes personajes, que aportan miradas distintas al infierno que se les viene encima. Unos con sus ideales y convicciones otros simplemente, por vivir allí.

La autora rompe con la errática idea que podemos tener con los nativos, poco más que salvajes. Hombres, mujeres y niños con carencias esenciales sí, pero tan humanos como el que más.


Excelente novela, con el único pero de contener multitud de frases y palabras sin traducir que para los que desconocemos el idioma, siempre es incómodo.

Qué es lo que se busca cuando se lee un libro? Qué se espera de él?

Había oído hablar mucho de este libro. Las críticas respecto de las cuales tuve la oportunidad de leer, todas eran muy buenas. Pero -ciertamente- jamás imagine encontrarme con un libro tan completo. Es muy bueno, pero, más que ello, es de lo más completo que he leído.

Se logra vislumbrar que la autora, además del talento innato que seguramente posee, se ha preparado para ser escritora. El vocabulario utilizado; la puntuación; las frases armadas; las expresiones…. Todo ello forma un conjunto que hace que el texto sea objeto de todo tipo de elogios.

De otra parte, la forma en la cual creó los personajes. Son únicos, de aquellos que quisiera uno conocer en la vida real. Sientes simpatía por ellos. Incluso, la familiaridad con la que los creó la autora, hace sentir que has vivido momentos con ellos y, por ello, creer saber qué es lo que van a hacer en una determinada situación, y, como en la vida real, en ocasiones cumplen con su esencia y en otras defraudan las expectativas.

Me agrado que, cuando trata sobre el amor, no sucede como en la mayoría de novelas, en donde solamente los personajes principales parece que tuvieran derecho a experimentar ese bonito sentimiento. Acá, todos aman. En esta historia, aprendes a quererlos a todos, con sus defectos y virtudes. No quieres que nada malo les pase. Sufres con sus peripecias y te alegras de sus felicidades.

La historia… !Que decir de la historia! Trata sobre todos y sobre todo. Tiene la facilidad para mostrarnos varios personajes; para hacer que los queramos. Pero, además, también enseña sobre lo que acontece en otros lugares; sobre la guerra civil vivida en Nigeria; sobre las inclemencias de la guerra; sobre las consecuencias de la colonización; sobre el amor que no pregunta: ni cómo? Ni por qué?; sobre la reivindicación de la mujer como ser humano, idéntico y, en ocasiones, superior; sobre lo difícil que es vivir con hambre. Todo ello hace parte de una misma historia. !Que increíble!

Si me preguntas: Que es lo que se busca en un libro y qué debo esperar de él? la respuesta será: Lee Medio Sol Amarillo y hablamos.

El libro se basa en la guerra de la independencia de Biafra (cuya bandera tenía un medio sol amarillo) con Nigeria. Y relata la historia de una familia en la década del 60.
Interesante aprender de Nigeria. de sus etnias (hausas musulmanes en el norte y yorubas e igbos cristianos en el sudoeste y sudeste).
Cuando los países africanos se independizan (como Nigeria en los 60) empiezan las guerras brutales entre las etnias.
Se me hizo un poco largo y pesado la parte de la guerra pero es un libro que históricamente está muy bien.

Este es el libro que más he tardado en leer este año. Empecé a leerlo el 31 de julio y lo he terminado el 6 diciembre. ¡Tela!

Si no vieráis la puntuación podríais pensar que no me ha gustado pero ha sido todo lo contrario. Eso sí, es un libro durísimo.

He de confesar dos cosas, la primera es que no había leído nada de esta autora y la segunda es que conocía poco o nada la historia de Nigeria y lo que allí sucedió. Mi mente infantil recuerda escuchar hablar de “los niños de Biafra” y su pancita hinchada a pesar de que ya hacía mucho que Biafra había dejado de existir. Con qué frivolidad hablamos a veces de los problemas de otros…

En este libro vamos a conocer a varios personajes con perfiles diferentes e inclusos venidos de mundos totalmente diferentes.

Olanna, igbo, criada entre algodones, proveniente de una família bien posicionada en Lagos, que decide dejar sus comodidades en la capital por amor a un profesor con ideas revolucionarias.

Odenigbo, el profesor, idealista, luchador que tendrá que enfrentarse a la realidad más descarnada fuera de su cómodo mundo rodeado de libros.

Ugwu, quizás el personaje más tierno de esta historia. Trabajados en la casa de Olanna y Odenigbo. Con ansias de saber, de formarse, de ser más. Son entrañables su preocupación por cada miembro de la familia, sus escarceos amorosos, sus rivalidades con otras personas en situaciones parecidas a la suya. Representa la posibilidad de que nazcas donde nazcas siempre puedes aspirar a más.

Richard, un europeo que se ve envuelto en una guerra que tomará como suya, porque no importa tanto donde nazcas sino de donde te sientas.

Kainene, la melliza de Olanna, tan fuerte, tan independiente, tan diferente a su hermana.

Cada uno de ellos junto a otros personajes que irán poblando sus días nos van a enseñar muchas cosas y entre ellas que un día puedes estar tranquilamente en una tertulia en casa con tus amigos y al día siguiente metiendo a toda prisa unos pocos recuerdos en una maleta para sobrevivir.

Resiliencia es la palabra que me viene a la menta para acompañar a cada uno de los protagonistas.

Fue terrible lo que ocurrió en Nigeria, es terrible lo que está pasando ahora en Ucrania. Libros como este generan muchos sentimientos y algo de desesperanza.

Aparte de la historia, cómo escribe esta autora es fascinante, tiene una pluma y una manera de contar impecables. Además tiene pinta de que ninguno de sus libros dejarán indiferente a los lectores. Creo que me animaré a seguir con Americanah que mi profe de inglés Igbo de origen me lo ha recomendado.

No ha sido una lectura fácil, ni bonita. La guerra no tiene nada de bueno. Y este libro es eso, un conflicto bélico.

Chimamanda narra un conflicto del continente Africano: la lucha de Biafra por conseguir una república independiente de Nigeria y la desencadenante Guerra Civil que surgió de este hecho. de ahí el nombre de la novela pues la bandera de Biafra portaba medio sol amarillo.

El libro abarca dos períodos: la primera y la última parte de la década de los años 60. Y se narra a varias voces: Olanna, Ugwu, Kainene, Odenigbo y Richard. A través de ellos vemos las consecuencias de una guerra devastadora y cómo sus vidas evolucionan, no solo en relación al conflicto, sino también por motivos personales. Así no se hace una lectura pesada, pues a medida que lees sobre el conflicto con datos, nombres, fechas, etcétera, también sabemos sobre los personajes en su lado más personal.

Repito, no ha sido una lectura fácil, Chimamanda es clara en sus descripciones: hambre, enfermedades, muerte, violencia, violencia sexual… porque así sucedió. Eso ha hecho que empatice pero a la vez aborrezca según qué actos. Se habla de racismo, colonialismo, grandes potencias sacando provecho de este conflicto, miles de muertes…

Para terminar diré que me ha gustado mucho. Que es el puro estilo narrativo “Chimamandiano”, si has leído Americanah u otra de sus novelas quizá sepas porque lo digo. Para mí, tiene un estilo propio que sé reconocer.

Y mientras leía, yo no paraba de recordar su pequeño ensayo “El Peligro de la historia única” y todo encajaba. Porque que necesario es escuchar las voces de las propias vivencias de personas racializadas y no las versiones desde la blanquitud.

Hacia tiempo que quería leer un libro de una autora africana. África es un continente negro para Occidente en más de un sentido. No sabes nada de él más allá del cúmulo de desgracias y guerras que la apisonan.
Creo que la autora precisamente ha escrito el libro con la intención de transmitir no solo la guerra que asoló Nigeria sino también toda la diversidad y riqueza y contradicciones y ansias de crecimiento de su gente y de su país.
A pesar de la dureza de ciertos pasajes, y de lo cruel e injusta que es la guerra para la población civil, el libro no es una crónica de una guerra, sino el relato de los lazos que unen a una familia y que tienen que sobrellevar una guerra, por lo que el poso que queda son los maravillosos protagonistas, de los que es difícil despedirse cuando cierras la última página del libro.

Cómo un añadido, diré que la autora tiene dos charlas TED que merecen mucho la pena. El primero se llama: El peligro de la historia única y el segundo: Todos deberíamos ser feministas. Las había escuchado hacía años y fue toda una sorpresa descubrir que se trataba de la autora de este excelente libro.

Una lectura intensa, desgarradora, que llega al alma.

Basada en hechos reales, tan reales como esta guerra desconocida para mí hasta ahora, la autora muestra las historias tras la guerra. No se centra en batallas ni peleas, en héroes o militares; sino que nos muestra las víctimas colaterales de las guerras: la población civil. Y lo hace a través de los ojos de varios personajes contrapuestos: dos hermanas, gemelas pero tan dispares como la noche y el día; un criado, apenas un crío, al servicio de un intelectual con ínfulas revolucionarias;...

A través de estos personajes, vemos el horror de la guerra, el sufrimiento del pueblo a manos de los enemigos pero también de los supuestos amigos; el racismo y paternalismo colonialista de los supuestos amigos internacionales.... Y es que la autora, alejándose de fechas y números, de datos históricos que muchas veces parecen ocultar la verdad tras ellos, nos muestra lo que sintió la población en esta guerra provocada por años de colonialismo salvaje, que fue origen de graves disensiones entre distintas "tribus" del país, que llevaron a crímenes y genocidios. Una verdad que el racismo aún presente en años post-colonialismo se empeñó en ocultar tras el velo del "salvajismo" de la población africana. En Nigeria fueron los Yoruba y los Igbo; en Ruanda, los Hutus y Tutsis; los primeros, en esta guerra narrada por Adichie, a finales de los años 60; los segundos, más recientes, en los años 90 (un hecho algo más conocido gracias al cine).

Tenemos mucho que aprender de una parte de nuestra historia a la que hemos cerrado los ojos hasta ahora. Y es con autores como Chimamanda Ngozi Adichie que empezamos a conocerla.

Durante mucho tiempo, se ha ahondado en la visión de África como un continente esencialmente violento. Que en cuanto se les deja solos, los odios tribales reprimidos durante generaciones saltan en forma de guerra y genocidios. Sin embargo, esa es una lectura muy superficial. Muchos han intentado rebatir esa visión, pero pocos han conseguido humanizar África con tanta eficacia como Chimamanda. Aquí hay guerra pero las reivindicaciones son sutiles. Incluso en los capítulos de mayor tensión en el conflicto armado están tratados con delicadeza, sin dramatismo excesivos. El objetivo no es mover compasión u horror, No es denunciar. Es, simplemente, atraparte en la vida de tres personas, de forma que devores páginas hasta sentir toda la injusticia que supone que tengan que pasar por un conflicto así.
El medio sol amarillo fue el símbolo que aparecía en la bandera de Biafra, icono del nuevo amanecer del país que se quedó en nada. Biafra duró únicamente tres años y solo fue reconocido por cinco países, peridó la guerra y volvió a pertenecer a Nigeria.
Es una historia que nos cuenta los tres años que duró Biafra y lo que la guerra hizo a todos los que la sufrieron, incluso a los que sobrevivieron. Empieza desde la vida en paz de principios de los años 60, hasta el final de la guerra.
El medio sol amarillo se trata de una novela centrada en una historia de amor que ha de atravesar todo tipo de obstáculos personales, de vaivenes emocionales, de toma de decisiones dolorosas y valientes, en el difícil momento histórico que les toca vivir. La narración de sus vidas cotidianas nos ofrece una potente descripción de la vida media-alta nigeriana, con su propia división en clases, donde también algunos privilegiados tienen criados, sin voz y sin derechos. Es una historia de amor la que nos ayuda a hacer la lectura de manera ágil, porque este libro tiene mucho más que eso en sus entrañas.
Como ya he comentado la trama gira en torno a la guerra civil nigeriana, que se llamo "guerra de Biafra". La guerra de Biafra, con el genocidio de miles de igbos, con el silencio internacional, con sus motivos disfrazados en guerras étnicas cuando de por medio hubo otros intereses (petroleo), es el tema central de la novela. La escritora resalta en varios momentos que no hubo nunca ese enfrentamiento tan encarnizado entre etnias, hubo enfrentamientos pero la causa principal del estallido, según Chimamanda, fue una estrategia británica, muy en la línea del "divide y vencerás" para mantener el control sobre todo el territorio.
Se denuncia cómo se usó la hambruna como arma de guerra. Se habla de cifras que no están claras, pero se habla sobre todo de vivencias, de sufrimientos y de personas. Nadie paró aquello "El mundo guardó silencio mientras morimos" se afrima rotundamente. La población de Biafra sufrió la situación de escasez de comida tanto por el bloqueo de Nigeria como por el miedo a que los alimentos estuvieran envenenados. Y aún resuena aquella palabra kwashiorkor.
La esperanza en un futuro nuevo que representaba el medio sol amarillo, se eclipsó. Acabó la guerra, pero la situación de hambruna continuó. Finalizó la guerra, pero cada persona igbo que tenía una cuenta bancaria de Nigeria recibió veinte libras, no importaba lo mucho que tuviera en sus cuentas antes del conflicto. Terminó la guerra, pero algunas familias igbo siguen esperando, que un hijo perodido o hija perdida, vuelvan a casa.
Chimamanda utiliza una prosa desgarradora, cruda y muy realista, pero al mismo tiempo es delicada y elegante. Y nos cuenta de una manera admirable el tema de la guerra, pero también el del amor sin que parezca poco real. Consigue que veamos el conflicto bélico de Biafra a través de los ojos de sus personajes y vamos viendo cómo sus vidas se va rompiendo en pedazos.
El libro esta dividido en cuatro partes. La primera y la tercera transcurren a principios de los sesenta, cuando aún no hay guerra y el mundo es normal. Los dramas son los corrientes: amor, sentimientos heridos, rebeldías. La segunda y la cuarta ocurren entre 1967 y 1970, en plena guerra.
Recomiendo Medio sol amarillo a todos lo que les gusten las novelas de sentimientos, porque hay amor, amistad, emociones... También a los que les guste ver la realidad de la sociedad, los conflictos políticos, el consumismo, la rapiña corporativa de los recursos de África y el racismo. Pero también los que tengan interés por conocer la guerra entre Nigeria y Biafra, más allá de lo que se recuerda, las hambrunas y los niños desnutridos.
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Esta es sin duda la novela más política que ha escrito hasta el momento Chimamanda Ngozi Adichie. Poco se conoce en Europa la historia de los países africanos, ya que nunca ha interesado demasiado todos esos lugares pobres y sin recursos que explotar. Por eso, que Chimamanda de voz a este tipo de acontecimientos es de agradecer.

En este libro narra la guerra civil que se produjo en Nigeria tras las matanzas que los hausas hicieron contra los ijbos. Por ello, los ijbos se fueron al sur e intentaron independizarse. Nigeria contraatacó, y comenzó la guerra civil, en la que murieron miles de personas, no solo por bombarderos aéreos y ataques nigerianos, sino también por el hambre que atenazaba a los civiles y las enfermedades creadas por la poca o nula higiene.

Uno de los personajes principales, Ugwu, es un criado que tiene la suerte de trabajar en casa de un profesor de universidad, por lo que podrá acceder a una cultura que nunca se imaginaría en su pueblo natal. Es un personaje entrañable, que quiere hacer bien las cosas y se interesa por todo, es curioso e inquieto.

Por otro lado, Olanna, la pareja del señor, deja a un lado su vida privilegiada de hija de ricos nigerianos para ser profesora en la universidad y poder hacer algo más por su país. A lo largo de este libro da mucha importancia a la cultura de sus compatriotas, sabiendo que es un arma más de guerra.

Olanna tiene una gemela, Kainene, cuya pareja es un joven inglés enamorado de la cultura africana. Intentará ser un biafreño más, aunque al ser blanco le costará que los demás le vean como un aliado.

Esta novela engloba una parte muy interesante de la historia de Nigeria, que nos hace entender a los africanos y nos acerca a su punto de vista en cuanto a lo que piensan del resto del mundo. Es muy cierto que ante guerras y conflictos en los diferentes países africanos, Europa y EEUU han mirado hacia otro lado, o bien han prestado armas a aquellos países de los que luego podían explotar o sacar algo. Pero este libro no muestra rencor alguno, solo un sentimiento de tristeza al sentirse abandonados cuando más lo necesitan. Hace pensar y recapacitar sobre el papel del primer mundo, ajeno a los problemas de los demás, egoísta y codicioso.

Un relato desgarrador sobre un periodo de tiempo muy concreto de la Historia de Nigeria. La historia contada por los perdedores, por tres personajes que sufrieron el comienzo y el final del intento de independencia de Biafra.
La prosa de la autora es intachable y consigue contarte de una manera única lo que ocurrió allí.