Venganza

Historia de espías facilona, previsible y un tanto peliculera.
El personaje principal abre todas las puertas a la primera y se vale de burdas mentiras que nunca te llegas a creer del todo.
Se salva únicamente por el buen hacer de los autores, que aún no siendo uno de sus mejores libros, tiene una trama dinámica y fácil de entender, dónde hay muchas dosis de acción.

2011 marcó el inicio de una nueva saga de libros de la mano de los autores Douglas Preston y Lincoln Child, la dedicada al personaje de Gideon Crew.

Este tipo vio como asesinaban a su padre, un gran matemático, tras haber sido acusado de traicionar a su país. Creció y se hizo ladrón de obras de arte y timador, pero cuando su madre le pidió que se vengara de la acusación falsa que hicieron sobre su progenitor, Crew no dudará en tratar de cumplir lo que prometió a su madre en su lecho de muerte.

Trazará un plan para hacer pagar al culpable de la muerte de su padre cuando se entere de algo muy importante sobre su salud, aunque sus servicios serán requeridos para otra misión.

Tras leer varias novelas de Douglas Preston y Lincoln Child de la saga Pendergast, cogí este libro con muchas ganas pero no me costó formarme una opinión sobre él. Es una novela rápida, con un personaje al que no se le coge cariño alguno y ligera para lo que acostumbran sus autores. No leí más porque con esta me fue más que suficiente para saber que no quería saber nada de Gideon Crew y de su universo, que tuvo cuatro entregas más.

Mala con ganas, tanto que puede achacarse a su existencia que los autores descuidaran el resto de su obra conjunta.

Este libro tiene un poquitin de todo, pero lo que mas tiene es esa formula infalible que tienen los gringos de hacer héroes, de esos donde, todo les pasa yellos salen ilesos.

Leyendo este libro me senti como cuando vi aquella pelicula, donde, un hombre comun y corriente estando de visita guiada en la casa blanca, unos terroristas la toman por asalto, los malos, muchos y muy malos, matan a todos los policias, servicio secreto, guardaespaldas, etc. y este pobre hombre, mata a todos y a el ni un rasguño.

Bueno, algo asi es este libro, iba a compararlo con James Bond, pero no, no llega a tanto.

Gideon Crew, planea la venganza de su padre hacia un funcionario publico, la movida le sale bien, claro tuvo 10 años para prepararla, asi que todo le sale a pedir de boca, gracias a esto, una dependencia no gubernamental (vaya, es que ahora el gobierno de Estados Unidos ya contrata independientes para hacer su chamba sucia) lo recluta para hacerse de unos planos de lo que aparentemente es un arma hecha por los Chinos y que es muy avanzada y revolucionaria.

Y asi pues, Gideon sin ninguna experiencia de nada, salvo su habilidad para mentir, se embarca en esta aventura de espías.

Me gusto, pues si, porque es como cuando ves la película que comente antes

Muy jalada de los pelos, pero terminas con una sonrisa porque el bueno, ni un disparo, salvo a todos y se llevo la gloria
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El libro es prácticamente una película típica de acción norteamericana. Todo está predispuesto para ello: agentes secretos, escenas de riesgo, asesinatos...
Aunque esto sea así no me ha llegado a entusiasmar del todo. Es una novela ligera te lo lees rápido. Pero tampoco es que sea muy sorprendente porque, como decía antes, se corresponde al modelo de película holywoodiense de súper agentes. Y por ello no cuenta con algo más que pueda llegar a cautivarte del todo.

Es una historia muy entretenida, con un argumento muy interesante. Es bastante dinámica y está repleta de giros inesperados que hace que nunca decaiga el interés por seguir leyendo. Los autores han utilizado una técnica muy buena, pues no solo han dejado el final abierto, sino que, como ya hiciera Sherezade en las mil y una noches, han terminado la historia justo al principio del siguiente caso de Gideon Crew. Muy recomendable.