Costa maldita

Tengo sentimientos contradictorios con esta quincuagésima entrega, por un lado tiene todos los elementos esperados y una buena historia, por otro lado empiezo a cansarme un poco del culebrón.

El argumento de este libro me ha gustado, realmente ha sido, como siempre un verdadero entretenimiento, la investigación en donde además Constance tiene una participación totalmente activa, hablando de Constance, nunca me ha gustado este personaje, no termino de comprenderla, entiendo su historia, pero no termino de ubicarla en mi mente, ni tampoco termino de entender su naturaleza, sin embargo, en cada libro y con el paso del tiempo se ha estado convirtiendo en un personaje que tiene cada vez más peso en la historia, siento que le falta algo a Constance, tal vez un poco más de naturalidad, un poco más de explicación, lo que sucedió con ella y Diógenes, lo que pasó después de eso ha quedado en un total olvido y me parece extraño, sin contar que su fijación con Pendergast es extraña.

La historia de este libro, como siempre esta muy bien contada, me ha gustado mucho, por supuesto los autores no se podían ir sin entregarnos una historia sobrenatural aunque creo que le ha faltado un poco de profundidad a esa parte.

Lo que no me ha gustado es lo que se cuenta e el epílogo, creo que saber por donde van los tiros y si es lo que me estoy imaginando es lo que me hace poner los ojos en blanco y pensar en que esto se está convirtiendo en un culebrón del tres al cuarto.

Con todo, soy fan de la serie, me gusta y no pienso dejar de leer los libros que siguen, no se que voy a hacer cuando llegue al último libro publicado, eso de sentarme a esperar un año para la siguiente entrega me parece que será una tortura.